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Café Coca Cola en Santa Ana, era el escenario donde se encontraba Heliororo Portugal, cuando un taxi, camioneta roja, se detuvo enfrente, del cual bajaron dos hombres vestidos de civil. Lo detienen, se lo llevan a la fuerza para no saber nunca más de él por tres décadas.
Un familiar de Portugal declaró en el expediente, que aproximadamente al mes de su desaparición, un policía llegó a la residencia comunicándoles que el desaparecido les avisaba que no se preocuparan, que estaba en Tocumen y que iba a salir. Eso fue lo último que supo la familia de Heliodoro Portugal, revelan las indagaciones de la Comisión de la Verdad. Un informante señaló que estando detenido en la Casa de Miraflores, centro de detección ilegal, Portugal era interrogado sobre su vínculo con Floyd Britton, y luego lo torturaron.
Cinco meses después de su desaparición, el 9 ó 10 de octubre de 1970, los trasladaron vendados al Cuartel de Tocumen. Al día siguiente vio a Heliodoro solicitando le avisaran a su familia sobre lo sucedido. El informante fue trasladado a la cárcel de La Chorrera y no volvió a saber más de Portugal.
TRAS LA PISTA
En junio de 1971, un testigo ( un policía castigado quien tuvo que dormir en un auto) presenció el entierro de un individuo en el Cuartel de Tocumen, exactamente donde yacía el Motor Pool. El 22 de septiembre de 1999, el testigo, guía a las autoridades judiciales al sitio mencionado, encontrándose restos humanos. Se presumían eran del padre Héctor Gallego, pero las pruebas de ADN demuestran el 21 de agosto de 2000, que se trataba de Heliodoro Portugal.
EL GRAN HALLAZGO
Una década antes de los resultados, en 1990, con la eliminación del régimen militar, la familia Portugal acude a las autoridades judiciales para interponer la denuncia. La Fiscalía Primera Superior del Primer Distrito Judicial inicia las investigaciones el 10 de mayo de 1990.
Llama a declarar a varias personas y realizan las investigaciones. El 15 de enero de 1991, solicitó al Segundo Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial de Panamá el sobreseimiento definitivo y la prescripción de la acción penal por el tiempo transcurrido.
Pero el 13 de marzo de 1991, el Tribunal Superior considerando que no se habían agotado los recursos, dictó la ampliación del sumario, según los datos recabados por la Comisión de la Verdad.
Realizadas las acciones correspondientes, el 8 de noviembre de 1991, el Tribunal sobresee provisionalmente el caso.
Al iniciar las excavaciones en búsqueda de los restos del sacerdote colombiano, en 1999, se da el hallazgo de la primera osamenta en el Cuartel de Los Pumas en Tocumen y los familiares de Portugal hicieron todo a su alcance para que se les tomara en cuenta para la prueba de ADN, por considerar que fue el último lugar donde estuvo. No fueron favorecidos, pero las cartas estaban tiradas, pues las pruebas no fueron efectivas en el caso Gallego y la muestra se aprovecha para probarla con los familiares de Heliodoro Portugal.
En el 2000, un hermano de la víctima aportó la muestra de saliva, a los dos meses identifican los restos encontrados como los de Heliodoro Portugal. Este descubrimiento reabrió el caso nuevamente por parte de la Fiscalía Tercera Superior, el 30 de agosto 2000, y el proceso aun continúa. Procesos que según Patria Portugal, hija de Heliodoro, no se sabe nada.
REINA LA IMPUNIDAD
"El Gobierno panameño tiene un silencio cómplice", señala Patria Portugal, porque "los militares lo mataron, pero éstos no le han hecho justicia, también son cómplices". Asimismo calificó de burla que los militares a los que se les sentenció con casa por cárcel, estén libremente por las calles de Panamá.
Actualmente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expidió el informe de Admisibilidad N0.72/02, para el caso Portugal y está a espera de la respuesta del Estado Panameño, que de no actuar como debe ser, la CIDH lo llevará ante las Cortes internacionales. Pues el anhelo de Patria Portugal es que Panamá sea sentenciado por las violaciones de Derechos Humanos de Heliodoro Portugal.
Si Panamá va a la Corte y pierde, explica Patria, el Estado va tener que pagar los gastos del juicio, los daños psicológicos y resarcir económicamente a la familia. Desde el 28 de agosto de 2000, los restos de Heliodoro Portugal reposan en el Jardín de Paz. |
