El presidente iraquí, Saddam Hussein, ha rechazado el ultimátum de George W. Bush para que abandone el país y ha prometido la victoria sobre EEUU en la que será "la última batalla de Irak".
Esta reacción, recogida por la televisión del Estado, es la primera del presidente tras el ultimátum de 48 horas lanzado ayer por EEUU para que abandone el poder, si quiere evitar la guerra. Por su parte, Uday Hussein, primogénito de Saddam, ha rechazado también el ultimátum y ha calificado de "subnormal" a Bush.
"La propuesta de Bush muestra que es un subnormal, y que es más conveniente que abandone el poder él y su familia", dijo Uday en declaraciones divulgadas por la emisora de "Al Shabab" (Juventud), que supervisa.
"HUSSEIN ES UNA AMENAZA", BLAIR
Mientras tanto, el primer ministro británico, Tony Blair, defendió ante el parlamento británico la posición de su gobierno sobre Irak. En el comienzo de un debate, Blair dijo que "Saddam Hussein ha venido jugando durante 12 años" con la comunidad internacional, e insistió en que sólo la inminencia de la guerra había forzado a Irak a cooperar con los inspectores de armas.
SE VAN LOS INSPECTORES
Igualmente, en Irak, los inspectores de armas de Naciones Unidas dejaron Bagdad, ante la inminencia de una intervención armada. "Sólo deseo a la gente de Irak buena suerte", fue la despedida del portavoz de la Comisión de la ONU para la Verificación e Inspección (UNMOVIC, por sus siglas en inglés), Hiro Ueki.
"Es lamentable, pero tenemos que irnos. Fue una decisión de alto nivel", añadió. Un convoy de minibuses transportó al último grupo de 150 inspectores y personal de apoyo de las oficinas de Bagdad al aeropuerto. De allí, partieron hacia Chipre. |