Lo que parecía ser un hermoso día de caza de iguanas para cuatro jóvenes colonenses, se convirtió un día de terror, cuando hicieron el hallazgo de una osamenta y un rifle, dentro de un abandonado túnel, utilizado por las fuerzas norteamericanas acantonadas en Panamá.
Los restos fueron encontrados en horas de la tarde del lunes, por los cuatro hombres que se dedican a la cacería de iguanas en las zona boscosa de la comunidad de Valle Verde, en el corregimiento de Cristóbal, provincia de Colón. Se internaron al área porque uno de los reptiles que perseguían junto a unos perros se introdujo a una estructura de concreto escondida entre la maleza.
Estos jóvenes cazadores narraron en exclusiva que entraron al túnel para capturar la iguana, pero el lugar estaba muy oscuro, y con un encendedor que portaba uno de ellos, iluminaron el sitio percatándose que en el suelo había una osamenta.
El inesperado hallazgo los llenó de miedo y salieron inmediatamente del sector.
Asustados, dieron aviso a un pastor para que los aconsejara sobre cuál debía ser su procedimiento al respecto, por lo que decidieron dar aviso a este medio para dar a conocer a las autoridades sobre lo que habían encontrado.
El búnker de las antiguas fuerzas norteamericanas que se situaron en Colón, se encuentra localizado a unos 30 minutos a pie de la comunidad de Villa Verde, en el corregimiento de Cristóbal, y a unos cinco minutos del residencial José Domingo Espinar.
El cadáver, a pesar del tiempo de permanecer a la intemperie de los animales, aún se le pueden observar con claridad que al momento de su muerte vestía un pantalón corto, un suéter de rayas, chancletas y gorra azul y entre sus brazos tiene dos correas de una mochila, además a un lado de los restos se observó un rifle que por las condiciones del sitio está corroído.
El cráneo y la mandíbula inferior se habían desprendido del cadáver por el paso del tiempo, fueron encontrados en un desag�e ubicado a unos pies de distancia del resto de la osamenta.
El túnel que se encuentra escondido entre los árboles y maleza por los años de abandono, en su interior sus únicos ocupantes son los murciélagos y otras pequeñas alimañas.
Aunque hasta el momento se desconocen las causas exactas de su muerte, en el lugar es visible que haya fallecido al caer de una escalera improvisada que permanece junto al cadáver o que pudo haber sido picado por una serpiente.
Esta primera hipótesis es porque en las paredes y techo existen objetos de metal, y la segunda debido a que el acceso a los animales es fácil ya que no hay puerta que lo impida.
PARTES DEL CUERPO
El cráneo y la mandíbula inferior se habían desprendido del cadáver por el paso del tiempo, fueron encontrados en un desag�e ubicado a unos pies de distancia del resto de la osamenta.