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Hongos, deudas y caos inform�tico reciben a la nueva gobernadora
San Juan
EFE
Sila Calder�n descubri� en su primer d�a como gobernadora de Puerto Rico que el departamento de Salud se qued� sin tel�fono por moroso, el personal del gobierno desconoc�a las claves de las computadoras y su propia residencia es una ruina. Nada m�s jurar el cargo el mi�rcoles, Calder�n acudi� a La Fortaleza, sede del Gobierno, para encontrarse con que lo �nico nuevo en ella es que la ocupe una mujer, explicaron ayer fuentes de su entorno. Hongos, humedades y deterioros diversos figuran entre los desperfectos anotados por la gobernadora, a la que, entre tanto, notificaron que el nuevo personal del Gobierno se ve�a impedido de trabajar en sus oficinas, porque desconoc�a las contrase�as de las computadoras. El anterior personal no dej� esa informaci�n a sus sucesores, por lo cual hubo que solicitar a un equipo t�cnico que resolviera el problema, indicaron las fuentes. Para rematar la faena, ha saltado la noticia de que la Compa��a de Tel�fonos cort� el servicio al departamento de Salud a causa de una deuda de siete millones de d�lares. El problema, existente desde hace m�s de una semana, es culpa del anterior gobierno, que encabezaba Pedro Rossell�, afirm� ayer el nuevo secretario de la Gobernaci�n, C�sar Miranda. "Es muy triste y muy lamentable que la pasada administraci�n haya permitido que se prive a un departamento de un servicio tan fundamental por no pagar la deuda. Estamos haciendo las gestiones para restaurar el servicio", declar�. La Compa��a de Tel�fonos no est� dispuesta a restablecer el servicio hasta que el departamento de Salud -cuyo nuevo responsable debe designar en breve Calder�n- abone al menos tres millones de d�lares, seg�n el diario "El Nuevo D�a". Otro problema que afronta la gobernadora es el d�ficit fiscal, que seg�n la firma de auditores Deloite & Touche asciende a 420 millones de d�lares, 30 millones m�s que las cifras reconocidas por la pasada administraci�n.
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Otro problema que afronta la gobernadora es el d�ficit fiscal, que seg�n la firma de auditores Deloite & Touche asciende a 420 millones de d�lares, 30 millones m�s que las cifras reconocidas por la pasada administraci�n.
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