1968: Militares se toman el poder
Redacción
Crítica en Línea
El 11 de octubre de 1968, 43 oficiales de la entonces Guardia Nacional, liderados por el mayor Boris Martínez y el teniente coronel Omar Torrijos derrocaron al presidente constitucional Arnulfo Arias Madrid. Los entorchados derrocaron a Arias Madrid, quien había llegado al poder logrando 175,432 votos, derrotando a David Samudio Avila, quien sumó 133,887. Antes del 11 de octubre, varios militares efectuaron amagos para derrocar al presidente Arias. Un grupo celebró una reunión el 25 de septiembre para preparar el derrocamiento. El 1 de octubre, el presidente Arias tomó posesión ante la Asamblea Nacional. Regresaba al Palacio de las Garzas, de donde había salido hacía 17 años tras un golpe sangriento. En su discurso de toma de posesión dejó en claro su autoridad, al expresar que había llegado el final de los "gobiernos invisibles" de los cuales nadie estaba seguro de cómo surgieron ni qué autoridad tenían. El 11 de octubre llegó el golpe. Se instaló una Junta Provisional de Gobierno integrada por los coroneles José M. Pinilla y Bolívar Urrutia. Los castrenses justificaron su golpe, calificando de "pretendido dictador" al Dr. Arias, a quien acusaron de menospreciar y humillar a la Guardia Nacional. Los militares prometieron "restablecer el imperio de la Constitución y las Leyes", violadas por el Presidente, al desconocer la voluntad popular y designar conforme a su voluntad a concejales y diputados, pero retuvieron el poder hasta diciembre de 1989, cuando fueron derrocados por la invasión militar estadounidense. Tras el golpe, Arnulfo Arias ingresó a la entonces Zona del Canal y estableció su sede de gobierno en el edificio 630 de Balboa Heights, pero al consolidarse el movimiento en su contra, viajó a Estados Unidos y retornó 10 años después a Panamá. Los militares disolvieron la Asamblea Nacional, suspendieron las garantías constitucionales, prometieron falsamente la celebración de comicios populares en el plazo de 18 meses, e iniciaron una persecución contra los arnulfistas y otros opositores. La libertad de expresión también fue violentada al clausurarse las emisoras: Ondas Istmeñas, Radio Aeropuerto, Radio Soberana y posteriormente Radio Impacto. Las Editoras Panamá América y Unión fueron allanadas por la Guardia Nacional. El golpe militar generó focos guerrilleros de arnulfistas e izquierdistas en las montañas de Coclé, con el grupo de Dorita Moreno, Cesáreo Tejada, Beto Manzzo, Javier Guerra y Danilo Hart, y en Chiriquí con el uruguayo Walter Sardiñas, Manuel Díaz y "Pito" Allen. La mayoría de los guerrilleros fueron eliminados. Cuando los militares llegaron al poder, la deuda pública era de B/. 216 millones y al final del régimen castrense en 1989, la misma ascendía a B/. 4,967 millones. En ese mismo período la planilla oficial se disparó de 56 mil servidores a 156 mil. Tras el golpe militar de 1968, más de 200 personas se vieron obligadas a exilarse. En enero de 1976, se expatrió a otras 14 personas. Los exiliados, incluido el ex mandatario, pudieron regresar en 1978, debido a presiones que ejerció Estados Unidos, tras la firma de los Tratados del Canal.
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Tras el golpe militar de 1968, más de 200 personas se vieron obligadas a exilarse. En enero de 1976, se expatrió a otras 14 personas. Los exiliados, incluido el ex mandatario, pudieron regresar en 1978, debido a presiones que ejerció Estados Unidos, tras la firma de los Tratados del Canal.
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