Al finalizar el año y darle la bienvenida al nuevo siempre nuestras promesas giran en torno a los mismos temas.
Algo así como: "el primero de enero comienzo una nueva dieta, dejaré de fumar y me convertiré en la mujer más organizada del mundo.
Pero no sólo esos propósitos, otros como: haré ejercicios diariamente, ahorraré un dinerito mensual, tomaré vacaciones con mi familia o empezaré a estudiar algo nuevo.
Pero más que todo nos ponemos a reflexionar sobre el año que termina diciendo con determinación que no repetiremos los errores del 2005. Sin embargo, al llegar diciembre del 2006, la historia se repite en espiral.