Tropas del Gobierno de transición de Somalia y efectivos etíopes entraron sin resistencia en Mogadiscio, como colofón de una guerra que comenzó el pasado domingo en una de las zonas más vulnerables del continente.
"Ya estamos en Mogadiscio... las fuerzas nacionales han tenido éxito en su misión de forzar a los militantes (islámicos) a salir de la ciudad", afirmó el primer ministro, Mohamed Ali Gedi.
Gedi hizo sus declaraciones después de reunirse con los líderes tribales de Mogadiscio, a quienes intenta persuadir para que apoyen los planes del Gobierno para garantizar la seguridad en la ciudad.
Los seguidores de los tribunales islámicos habían abandonado la capital somalí en un repliegue que calificaron de táctico, para evitar un baño de sangre.
Sin combates, y después de varias horas de espera en los alrededores de la ciudad, las fuerzas ocupantes llegaron a Mogadiscio desde dos direcciones, el norte y el sur.
Las tropas entraron a bordo de unas 200 camionetas dotadas con ametralladoras (conocidas como "vehículos técnicos"), tanques, vehículos blindados y piezas de artillería.
VIRAJE VICTORIOSOS
La entrada de las tropas en la ciudad, aunque bienvenida por la población después de la violencia de los últimos días, ha generado dudas entre los habitantes ya que se trata de la primera vez en la historia del país que la ciudad queda bajo el control etíope.
Según datos del Etiopía, las fuerzas islamistas han sufrido entre 2, 000 y 3, 000 bajas.