Un tremendo berrinche fue el que armó un sujeto que al medio día de ayer se negaba a ser conducido por las autoridades, luego de ser acusado por los propietarios de un restaurante de la Peatonal de la Avenida Central de no querer pagar la cuenta.
Resulta que el indivuduo solicitó que le sirvieran una órden de medio pollo, y después que se comió hasta los huesos, dijo que no iba a pagar nada, porque ese pollo no le gustó porque tenía un sabor raro.
Al ver esto, los dependientes llamaron a un policía municipal que tuvo que forcejear de verdad para poder controlar al mala paga.