EDITORIAL
Feliz Navidad
El mundo celebra en esta fecha un acontecimiento histórico para la humanidad: el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios que llegó al mundo a proclamar la doctrina de amor. En este día se genera en cada ser humano un especial regocijo y alegría. En los hogares se compartió la tradicional cena, se cantaron villancicos y se intercambiaron saludos de felicitaciones. Hubo una gran alegría espiritual, que nos hizo olvidar los problemas cotidianos.
A veces sería bueno preguntar por qué todos los días no son como la Navidad, donde abunda el amor, la solidaridad, el compañerismo y nos acercamos más a Dios. El acontecimiento que se celebra hoy debe ser reflejarse sobre todo en expresiones de amor y amistad, no debe diluirse en una alegría pasajera y en el acelerado consumismo propio de la época. El momento es propicio para reflexionar sobre nuestra fe y agradecer a Dios por la vida que nos concede.
Jesús nació, murió, resucitó y vive eternamente para interceder por todos los hombres y mujeres del mundo que pueden encontrar en él un camino hacia una nueva vida espiritual. La Navidad es más que una sencilla festividad anual. Es más que una diversión, que una reunión familiar, que estallar cohetes y comer y beber; es época de proclamar más nuestra fe en Dios.
Aunque Panamá enfrenta dificultades económicas, sociales y políticas, nos reconforta que hemos celebrado una Navidad en paz, algo que debemos agradecer al Señor, sobre todo si comparamos nuestra situación con la crisis que sufren los hermanos de Argentina, muchos de los cuales no tienen ni para comer.
En estos tiempos de preocupaciones, el pensamiento de los hombres busca el alivio espiritual en el cristianismo. Jesús, el hijo de Dios hecho hombre, es uno de sus símbolos y por eso con esta nueva Navidad, se renuevan nuestros votos de respeto y adhesión hacia la generosa doctrina que tuvo su origen en aquel humilde rincón de Belén.
La Navidad introduce en el hogar el cuadro sentimental representado por la sonrisa inocente de los niños, que sueñan con recibir un regalo, que les llega a la hora en que nació el Niño Jesús. Para los cristianos, la Navidad representa el resurgimiento de la esperanza de salvación que trajo consigo Jesucristo. Lo importante de esta fecha es mantener viva la palabra de Jesús.
Desde hace 17 siglos, cuando la iglesia Romana determinó celebrar el 24 de diciembre la Nochebuena y al día siguiente la Navidad, el mundo entero festeja con alegría el nacimiento de Jesús. Navidad, en su sentido más estricto, es una conmemoración de ese momento mágico cuando Jesucristo, Dios hecho hombre, vino al mundo para dar vida eterna a todo hombre y a toda mujer que necesiten tener paz y seguridad, confianza y fe en Dios. Esta Navidad es precisamente para eso. ¿Ha nacido Cristo en nuestro corazón?
En este fecha, Crítica se une al júbilo del pueblo panameño y expresa su fe en que se cristalicen los ideales de Jesús, el hijo de Dios hecho hombre que ofreció su vida por nosotros. ¡Feliz Navidad!
PUNTO CRITICO |
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