Con imágenes como estas, las explicaciones sobran. Muchas áreas públicas en este país que no han sido construidas para servir de basureros, terminan siéndolo, por culpa de personas inescrupulosas. En casos como este, ni siquiera los letreros de advertencia sirven.
A nadie le gustaría que el vecino le viniera a tirar basura en su propio patio, ¿verdad? Hay que respetar la propiedad privada y más aún la pública, que es de todos.