Sentir dolor en cualquier parte del cuerpo es una de las formas en que el organismo comunica que ha sufrido o está sufriendo por una lesión causada, por eso aunque sea leve, hay que ponerle atención.
De acuerdo con la Dra. Juanita Jaque, médico anestesióloga, el dolor se define como "una sensación física o emocional insoportable".
A su juicio, el dolor puede ser agudo, si dura poco tiempo, o puede convertirse en crónico. Hay que buscar siempre el diagnóstico médico para descartar enfermedades y ubicar el lugar exacto donde se padece el dolor para poder tratarlo.
La especialista en dolor manifiesta que, después de la revisión médica se pueden descartar enfermedades y ubicar el área específica del dolor neuropático para tratarlo.
El más común es el dolor agudo, el cual es un dolor pasajero que no causa mayor daño, es fácil de identificar porque puede ser a causa de una fractura, golpe, artritis, o por un mal movimiento de los ganglios del músculo. Y por eso se puede tratar con tratamientos tópicos, como los parches de versatis.
Este tratamiento actúa donde duele (dolor localizado). Contienen lidocaína al 5%, que transmite un efecto anestésico sobre el área del dolor, que al entrar en contacto con el área del dolor se convierte en un analgésico que trabaja sobre el dolor hasta curarlo, indica la Dra. Jaque.
También es utilizado en pacientes con dolor neuropático crónico, pero localizado, porque su eficacia es similar a la de los tratamientos sistémicos, pues libera la lidocaína que penetra en la piel bloqueando los canales de sodio de los nervios periféricos donde se produce el dolor.
Sus efectos comienzan a partir de los 30 minutos de ser colocado, y se va acentuando al paso de los días, aplicándose durante 12 horas, se quita y el efecto sigue trabajando en el dolor por 12 horas más, completando un ciclo de 24 horas de trabajo efectivo sobre el dolor. Se puede aplicar un máximo de tres parches simultáneos.