Atalaya se viste de luces y fantasía en Navidad. Desde hace 18 años, el parque del distrito se convierte en un gran Nacimiento, que es visitado por miles de personas, quienes llegan para admirar el trabajo que con mucha creatividad y destreza realizan los moradores.
Esta tradición surgió en 1992, con la creación del Grupo Comunidad, Iglesia, Acción y Progreso (CIAP), conformado por personas entusiastas que querían contarles a lugareños y visitantes la historia del nacimiento de Jesús, a través de imágenes. A diferencia de otros lugares donde se hacen iniciativas similares, Belén en Atalaya, como se le llama a este Nacimiento, explica pasajes bíblicos en cada escena, promoviendo el verdadero sentido de la Navidad.
El recorrido se inicia con la corona de Adviento, que indica la espera del nacimiento de Jesús. También hay temas alusivos a la Anunciación, la visita de la Virgen María a su prima Isabel, los pastores, los Reyes Magos y el pesebre, entre otros.
Edwin González, presidente del Comité Belén en Atalaya, es también quien elabora las imágenes. Señaló que el talento lo heredó de su madre, con quien aprendió a hacer figuras en alto relieve, un trabajo que hace con mucho entusiasmo para adornar el parque, en donde se colocan más de 300 figuras, acompañadas de luces y otros elementos.
Una de las innovaciones de este año es la parte de fantasía, en la que los más pequeños se divierten con sus personajes favoritos: Santa Claus, los renos, la cabaña de Heidy, los dinosaurios y muchas figuras más, realizadas por otro joven talento del distrito: Francisco Ramos.
Para González, lo más importante en este trabajo es el empeño que le imprime todo un pueblo, pues desde los primeros días de diciembre se suman manos voluntarias para montar el Nacimiento más grande que se hace en la provincia de Veraguas.
SOLIDARIDAD
La Navidad en Atalaya va más allá del pesebre, también es sinónimo de solidaridad. Desde 1999 se desarrolla una de las actividades más hermosas por su contenido humano y solidario. Se trata del Campamento Navideño de la Parroquia San Miguel Arcángel.
Niños de comunidades vecinas y de escasos recursos tienen la oportunidad de vivir una experiencia única. En el campamento celebran el nacimiento del Niño Jesús en un ambiente sano y alegre, que no se queda solo en entrega de regalos. A partir del 16 de diciembre, cada día llegan niños entre los 6 y 10 años de edad, que son recibidos por un grupo de jóvenes responsables de atenderles hasta que regresen a sus hogares. Ellos reciben una catequesis sobre el verdadero sentido de la Navidad, participan de una Eucaristía; luego en las posadas y por supuesto, todo está dispuesto para un paseo por el parque donde se encuentra el Nacimiento alumbrado. Sin lugar a dudas, el ambiente navideño en Atalaya es propicio para brindar amor, cariño y solidaridad.