El Rácing de Santander acentuó ayer la crisis de juego del Real Madrid, un equipo que actuó atenazado, nervioso e impreciso, y donde una vez más los fichajes estrella de la temporada -Robinho y Baptista-, tuvieron una presencia testimonial.
Baptista fue suplente y Robinho se fue a la caseta en el descanso. Tras un primer tramo triste y mustio del Madrid, López Caro sacó al campo a Balboa y a Soldado. Mejoró en actitud, pero no fue suficiente para doblegar el orden del Rácing.
Racing anotó por intermedio de Ayoze, de libre directo y el brasileño Felipe Melo.
Otra triste página para un Real Madrid que no asusta a nadie.