Melitón Sánchez, presidente del Comité Olímpico de Panamá (COP) y su vicepresidente Fernando Samaniego, han salido, por segunda vez en el 2005, a defenderse. Esto a raíz del reciente informe de auditoría publicado por la Contraloría General de la República (CGR), que revela "irregularidades administrativas" por el monto de 27 mil 610 dólares con 12 centavos en los desembolsos de fondos públicos (130 mil dólares) otorgados por el INDE al COP para sufragar los gastos en los XXVIII Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Parece que Melitón y Samaniego no se han dado cuenta que en este país han perdido credibilidad, porque han sido víctimas de sus propias contradicciones y desaciertos.
El COP, ¿es otro país? Según Melitón él desconocía el Manual de Procedimientos Administrativos y Fiscales de la CGR, el cual "NO SE APLICA AL COMITÉ OLÍMPICO".
Usted, señor Sánchez, es, ante todo, ciudadano panameño, y debe respetar las normas y leyes de su país. No puede ser que, por el hecho de presidir una entidad como el COP, crea que, con los dineros del Estado puede hacer y gastar en lo que se le antoje. Y esto también va para sus subalternos.
Si Melitón y Samaniego quieren lo mejor para el deporte nacional tienen que empezar, primero, por renunciar a sus cargos, ya que lo único que han traído consigo son problemas.
¿Qué cosas las de Don "Meli"? No reconoce a la Federación Panameña de Taekwondo, presidida por Gustavo Torres, porque no cuenta con el aval de la federación internacional correspondiente, pero sí reconoce a la Federación Panameña de Judo, cuyo presidente es Ramón Alvarado, aunque esté suspendida internacionalmente.
Recientemente, Sánchez nombró tres nuevos miembros permanentes en el COP, con el objetivo, estoy seguro, de ir preparando el camino para ser reelecto en el 2006.
Mario Gálvez, exjugador de la selección nacional de baloncesto; Ramón Alvarado, presidente de la FEDEJUDO y Darío Delgado, vicepresidente de la Federación Panameña de Bola Suave, de la cual también es presidente Melitón, fueron los elegidos.
Y, aunque hay personas y federaciones con suficiente méritos que llevan años esperando, él prefiere no tomarlas en cuenta, porque, al igual que el presidente de los Estados Unidos, George Bush, él dirá: "quien no está conmigo está contra mí". Así no podemos.