Los empleados de los autobuses urbanos, metropolitana y tranvías volvieron ayer a paralizar, sin previo aviso, el transporte público en numerosas ciudades italianas, que vivieron una jornada de caos cuando muchos ciudadanos salieron a la calle para las tradicionales compras navideñas.
Aunque al final de la jornada, sindicatos, gobiernos y trabajadores llegaron a un acuerdo para la renovación del convenio del sector, muchos empleados no se enteraron y mantuvieron la huelga con autobuses parados y cerradas las líneas del metro.
Los paros “salvajes”, como fueron calificados por la prensa local, comenzaron esta madrugada en las principales ciudades de la Liguria, con Génova a la cabeza. Los trabajadores de Milán lo secundaron por su parte, lo que llevó a la parálisis de las tres líneas de la metropolitana. |