El avance que representa el nuevo sistema de selección de candidatos a magistrados de la augusta Corte Suprema de Justicia, permitirá que magníficos profesionales por años marginados, puedan participar con la esperanza, no para ellos, sino para la Administración de Justicia y por ende, para nuestra sociedad que ha de beneficiarse con sus amplios conocimientos.
Una de las cosas positivas si se nombra con un criterio objetivo, es que al no haber compromisos previos de ninguna naturaleza, el Organo Judicial, terminará reestructurándose totalmente, porque los nombrados podrán nombrar sus subalternos jurisdiccionales con libertad y procurando que estos sean los más capaces y así sucesivamente.
Siendo las entrevistas privadas, que debieran ser públicas, respondiendo al principio de publicidad que integra el concepto como tal, sólo nos queda que el Ejecutivo al momento de designar los próximos magistrados, lo haga tomando en cuenta además de los requisitos formales y morales, que dicho profesional haya demostrado públicamente, que su carrera ha sido consagrada a una especialidad definitiva por el interés permanente en la rama del derecho, que aspira desempeñar, porque resulta negativo el ejercicio jurisdiccional sin el más alto conocimiento en la materia, pues de ello depende que las decisiones se encuentren en armonía entre la interpretación y aplicación correcta de la ley, que ha de crear docencia, para subalternos, las partes y de paso crear la confianza en el sistema judicial para la sociedad en general.
Nos complace que en esa lista y en ese sentido, hayan profesionales con amplias ejecutorias públicas, que sin menospreciar al resto de los aspirantes, cabe mencionar a Abel Zamorano, un profesional de amplias ejecutorias como auto, conferencista, profesor y funcionario judicial; Carlos Strash Castrellón, un profesional sencillo, honesto, accesible, consagrado Juez Civil, con una hoja intachable al servicio de la justicia; Luis Palacios, por décadas profesional en la rama del Derecho Administrativo, y asesor de la Contraloría General de la República, y así una lista de merecedores a tal distinción.