Samuel L. Jackson se niega a acudir a reuniones de Alcohólicos Anónimos, porque los grupos de terapia cercanos a su casa de Los Ángeles son demasiado "raros", afirmó el actor.
Jackson ya asistió a sesiones en 1990 para tratar de librarse de sus vicios, y a pesar de que Jackson ha logrado mantenerse por 18 años sin probar el alcohol, le gustaría seguir con la terapia para mantenerse alejado de las tentaciones. Pero no le gustan las sesiones en Los Angeles, porque asegura que en Nueva York, son más genuinas y las personas tienen problemas reales.