Dos disparos: uno en el tórax y otro en el ojo izquierdo, cegaron la vida de Severino Camargo Martínez, de 33 años, en Arraiján.
Sus familiares lo encontraron tendido en el piso de su propia residencia en calle segunda Valle del Sol, áreas revertidas de Arraiján.
La madre del occiso, Eusebia Martínez, en medio de su dolor contó que a eso de las 8:15 a.m. de ayer, tenía un presentimiento. Se preocupó al ver que su hijo no se había levantado de dormir.
Le pidió a su yerno que fuera a la casa donde vivía la víctima, pero al toparse con la puerta abierta se regresó. No se había percatado del cadáver.
"En ese momento le dije a mi otra hija (Magda María Camargo), que vive en la misma casa con Severino, que fuera a investigar y solo escuchamos los gritos desesperados. Salimos corriendo para ver qué había pasado", narró.
Su hijo estaba muerto en el piso de la pequeña casa de madera.
Entre sollozos, compartió que ella y el padre de sus hijos viajaron desde Penonomé- donde viven- para visitar la casa de una de sus hijas mayores. Lamentablemente a lo que vinieron fue a dar el último adiós a su hijo Severino.
EL HALLAZGO
Según Magda María Camargo, la hermana que encontró el cadáver, al llegar a la casa se sorprendió que la puerta no estaba forzada. Curiosamente caminó hacia el colchón de la cama, lo levantó y debajo estaba el cuerpo de su hermano tirado en el piso.
Recordó que a eso de las 12:00 medianoche de este martes, los perros ladraban desaforadamente y muchos que viven cerca del lugar escucharon detonaciones, pero se imaginaron que acabaría en una tragedia.
Recordó que el pasado martes, su hermano salió de la casa a eso de las 6:00 p.m. para ir a la Corregiduría Nocturna, donde fue citado por un caso de una riña con uno de los vecinos.
No lo volvió a ver con vida. Uno de sus vecinos le comentó que se "topó" con Severino en uno de los buses de la ruta interna como a las 10:00 de la noche.
NO SE METIA CON NADIE PERO LO TENIAN AMENAZADO
Aseguró que su hermano "no se metía con nadie".
Todas las noche se dirigía a su trabajo. Laboraba en la parrillada "Rosa Bar", en el distrito de La Chorrera, "pero tenía ciertas rencillas con algunos vecinos cercanos".
Había sido amenazado de muerte y a su juicio lo estaban acechando para matarlo.
Otra de las versiones de los familiares es que la causa del asesinato pudo ser una cerca que colinda con un camino que estaba dentro de la propiedad del muerto, quien se oponía a que los vecinos utilizaran el lugar de paso.
Según las autoridades policiales, "el móvil aparentemente fue un homicidio" pero no hay nadie detenido aunque pronto procederán a retener a algunos sospechosos.
El levantamiento del cadáver lo realizó la personera de Arraiján, Vielka Rodríguez, a las 11:30 a.m. de ayer. |