El dolor y la impotencia se apoderó de la familia Hernández. Hoy serán las honras fúnebres de los tres niños que murieron atropellados por un vehículo en la vía Interamericana el pasado viernes.
Al llegar a las casas de esas dos familias, se observaba al padre y al abuelo de los tres menores muertos, confeccionando la cruz para esos pequeños; cruz que hoy colocarán con los cuerpecitos de los niños en el cementerio de Las Guías de Antón.
El pasado viernes, esos tres niños salieron de sus casas a comprar la cena montados en sus bicicletas, sin embargo, encontraron la muerte.
Han dejado un vacío en esas familias. Se trataba de dos hermanitos de 7 y 11 años, respectivamente, y el tío de éstos, de 12 años.
¡CLAMA CUIDADO!
Las madres de los pequeños no soportan la pérdida y no podían hablar, mientras que el padre del menor de 12 años y abuelo de los otros dos que fallecieron, está desconsolado por el trágico hecho y pide a los conductores que tengan más precaución, porque se trata de seres humanos que mueren por esta situación.
Dolores Hernández es el padre y abuelo de los niños, y está desconsolado. Estaba junto a otro familiares confeccionando la cruz para su hijo y sus dos nietecitos. Él dice que los sueños que tenia con su hijo menor de 13 años, se desvanecieron y ya no quedan esperanzas, sólo que se haga justicia.
LAS VICTIMAS
Los niños estaban en la escuela, en Segundo, Sexto y Séptimo Grado. La pequeña fue maestra de kinder el Día del Estudiante. Su padre casi no podía hablar por el dolor de perder a sus dos hijos.
Para el padre de los dos menores fue más doloroso y aunque le queda un hijo con vida, él aseguró que no tiene palabras para expresar el terrible dolor que siente por la pérdida de sus dos angelitos.
Hoy se realizarán las honras fúnebres, mientras que los residentes del área piden a las autoridades más vigilancia y operativos en este sector para evitar el exceso de velocidad en un área poblada.
VICTIMAS: DOLOR AGUDO
Esta vez, tres miembros de una misma familia serán sepultados. La tristeza que embarga los corazones de sus seres queridos, es indescriptible. Sólo piden justicia y que los conductores sean responsables ante el volante.