Parecía poco menos que utópico el compromiso anunciado por Pekín de organizar unos Juegos Olímpicos libres de humo de tabaco, pero a falta de ocho meses para que dé comienzo el evento, los pequineses ya comulgan con la idea y empiezan a cambiar algunos de sus más inveterados hábitos.
Nadie duda de que será respetada la prohibición de fumar en la Villa Olímpica, los hoteles contratados por el Comité Organizador de Pekín 2008 (BOCOG) o los estadios, por ejemplo.
Sin embargo, ya se respeta a pies juntillas la prohibición de fumar en los taxis, hasta el pasado mes de octubre, uno de los lugares en los que más a gusto se echaban el pitillo los fumadores.