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Esta es la mujer que vive en la parada de Cabuyita. |
El frío piso es su cama y las gélidas noches del cielo oscuro son sus cobijas.
Nora, una mujer de 51 años, y madre de dos hijos, vive en una parada de buses en Cabuyita, Tocumen, desde hace cinco meses, porque no tiene un techo decente.
La mujer de piel negra, pausado hablar, trato amable, dice que es de nacionalidad colombiana.
De sus respuestas esquivas, alcanzó a asegurar que cuando tenía diez años de edad, escapó de su casa y desde entonces, jamás volvió a saber de su familia biológica.
En Cali se casó con un hombre que resultó el padre de sus dos hijos: Juan, de 18 años, y Diana, de 16.
Sus hijos, según asegura, están al cuidado de un "doctor" porque ella no puede tenerlos ya que no tiene dónde vivir ni qué darles de comer.
Esta mujer se alimenta con lo poco que a veces le da el dueño de un restaurante que está cerca de la parada; otras ocasiones, vive de la caridad de los transeúntes; y la mayoría de las veces, salta "garrocha" porque no le llega alimento de ningún lado.
No se conoció en el lugar a ningún conocido que se quejara de impertinencias de la mujer que se pasa el día mirando al cielo en espera de un milagro.
Ella dice que agradecería cualquier ayuda que le permita estar tranquila. Pero aquéllos que la ven día y noche en el lugar, piden a las autoridades que investiguen el paradero de la familia de la señora. De ser cierto que hay alguien que cuida a sus hijos, ¿por qué razón no le da albergue a ella? Y sus hermanos, ¿dónde están?
Se acerca la Navidad, época para compartir y tiempos de milagros. Es el momento cuando todos quieren estar cerca de los suyos, y los indigentes son personas que también tienen corazón, sentimientos y necesidades.
Como Nora, hay muchas mujeres más en este país que viven alejadas de sus familias, y piden auxilio en silencio.
SOLEDAD. UN MILAGRO
Se acerca el Día de la Madre y la Navidad, y Nora estará sola viendo la gente pasar desde la orilla de "su parada", la que es su casa desde hace cinco meses.
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