Carlos Moyá, que dio al equipo de España el primer punto ante el de Estados Unidos al vencer a Mardy Fish en la final de la Copa Davis, afirmó que era un punto con el que contaban, por lo que estaba "muy contento".
El jugador balear, que pese al triunfo se mostró muy sereno en conferencia de prensa, puntualizó que "sin embargo es muy diferente contar con el punto desde fuera de la cancha que dentro, jugando".
"Nos acercamos, pero estamos todavía lejos, así que iremos poco a poco", indicó Moyá tras obtener el primer punto.
Analizó su juego en los primeros 15 minutos y dijo que "sabía que las cosas tenían que cambiar". "Estaba algo nervioso pero luego me fui tranquilizando y las cosas comenzaron a cambiar, atacando y al sacar bien. Sólo tuve que mantener el juego sólido, nada espectacular, y coger el ritmo", comentó.
En cuanto al público, Moyá subrayó que "está claro que impresiona, y posiblemente más al rival" al tiempo que destacó que ellos ahora están con mucha presión, porque si se les escapa otro punto "sería un golpe mortal".
Sobre su enfrentamiento con Andy Roddick, Moyá indicó que "será un juego durísimo, ya que es un jugador que se puede adoptar al fondo de la pista", explicó.