El esperado duelo entre las jóvenes promesas del baloncesto de la NBA, el escolta LeBron James y el alero Carmelo Anthony, nunca se dio porque los Cavaliers de Cleveland fueron siempre superiores como equipo a los Nuggets de Denver a los que ganaron por paliza de 92-73.
La frustración y el mal juego que ofrecieron ambos equipos, pero especialmente el de casa, generó que los aficionados, que llenaron por completo el Pepsi Center, se dedicasen a abuchear a sus jugadores.
En medio de este ambiente de mal juego y falta de igualdad en las acciones, los Cavaliers se pusieron con un parcial de 30-13 en el primer cuarto, James hizo al menos su trabajo de ser el líder del equipo que con 17 puntos, nueve asistencias, ocho rebotes.