Existe una percepción fuertemente enraizada en algunas personas, de que completar una educación hasta el nivel universitario no es lo más importante con que hay que contar para alcanzar un trabajo decente.
Para estos hombre y mujeres, más importantes son la "palanca", la afiliación política, el amiguismo o el tráfico de influencias para lograr un empleo.
Sin negar que los tres factores arriba mencionados sí influyen en el nombramiento de muchas personas en el gobierno y también en la empresa privada, hay que aclarar que tener las influencias, pero no títulos, nos limita en el mercado laboral.
Podemos lograr tener un puesto de cierto nivel en una empresa sin habernos graduado, siempre y cuando tengamos una amistad con los dueños o ejecutivos influyentes. Sin embargo, fuera del círculo de esa empresa, poco es lo que podemos avanzar o explorar dentro del mercado.
De igual forma, hay campos de trabajo en el que los títulos universitarios son imprescindibles para entrar, ascender de cargo, o recibir aumentos de salario. Si no hemos completado la carrera, quedamos seriamente limitados ante otros competidores que sí tienen el título, aunque no sean más eficientes ni mejores trabajadores que nosotros.
En Panamá gran parte de los estudiantes universitarios que llegan al último año y no culminan sus carreras quedan en esa situación porque comenzaron a trabajar, y le dedican todo su tiempo a la oficina. Como sienten que ya están dentro, dejan a un lado la Universidad.
Sencillamente pierden el ímpetu al momento de desarrollar la tesis (muchos estudiantes de último año se quedan precisamente en este punto), o se excusan diciendo que ya no tienen tiempo.
Lo importante es organizarse, como en todo. Cuando tenemos un título de por medio, muchas más puertas se nos abren.