La ayuda humanitaria para enfrentar la peor emergencia sufrida en la historia panameña empieza a llegar, poco a poco, a los 23,178 afectados por las inundaciones y las lluvias que han caído en Bocas del Toro y Chiriquí, provincias donde hay 14,572 refugiados en un centenar de albergues oficiales e improvisados.
Ayer se logró despejar la vía que une a ambas provincias, la cual presentaba 92 derrumbes, pero sólo se permitirá el paso de vehículos livianos para transportar ayuda. Equipos de Odebrecht, CUSA y PTP trabajaron en ambos lados de la carretera para remover la tierra que cubría la vía y rehabilitar varios tramos que estaban hundidos.
En el área se observaba a indígenas -algunos cargando niños recién nacidos- recorriendo descalzos largos tramos para llegar a las zonas de ayuda.
Por vía aérea fueron trasladadas ayer más de 53 mil libras de productos a Bocas del Toro, y por la ruta terrestre se movilizaban vehículos transportando comida.