TEMAS DE ACTUALIDAD
Hacia dónde vamos en materia penitenciaria

Orlando Carrasquilla S.
Criminólogo
Entramos a un nuevo milenio y sin propuestas claras hacia la solución del problema penitenciario de nuestro país, lo más absurdo del caso es que tenemos indicadores en países vecinos como Colombia y Venezuela de lo que ocurre cuando el interno no soporta más el caos en los centros penitenciarios y la lentitud judicial con que se atiende sus casos, por ello no me explico cómo nuestro país todavía no crea bases contundentes para desactivar la bomba a punto de explotar. Es cierto que la fundación Jhon Howard ha presentado una Ley Penitenciaria para tener una reglamentación en nuestros centros penitenciarios la cual es una de las plataformas fundamentales para realizar un trabajo eficaz en los centros, más aún cuando queremos crear verdaderos programas de readaptación y rehabilitación, pero como es común de nuestros gobernantes no atacan los problemas hasta tanto no exista una agravante notoria, y sobran los ejemplos para expresar cómo surgen nuestras leyes improvisadas. Por otro lado no podemos corregir los horrores que ocurren en nuestros centros penitenciarios, que muchos de ellos distan de llamarlos centros sino cárceles, por la mora judicial existente en donde siguen pasando los años y no se vislumbra pronta solución, a pesar de que todos los expertos en la materia la identifican como una de las causantes de la problemática no presentan propuestas efectivas ni a corto ni a largo plazo, quedándonos sin respuestas para esos panameños que pasan años confinados en un centro penitenciario esperando ir a audiencia y luego declararlos inocentes, pagando más años de lo que estipula la norma legal. Una de las alternativas que se debe asumir ante la sobrepoblación de nuestros centros penitenciarios, es ejecutar sanciones distintas a la privación de la libertad como lo son la libertad condicional y la fianza de excarcelación, figuras ya existentes en nuestros procesos penales pero con muchas limitaciones, a su vez aquella que busquen la concieciación de la falta infringida por el sujeto logrando de esta forma minimizar la población penal, en otros países ha tenido resultados significativos porque a parte de pagar una multa, o en vez de detenerlo por un día en los casos administrativos de corregiduría y juzgados nocturnos se le obliga al individuo cumplir horas de ayuda comunitaria, de igual forma en los casos por accidente de tránsito de transporte terrestre los cuales cada año ascienden los números de víctimas por atropellos y colisión. Por último quiero destacar, vísperas del nuevo milenio, debemos de crear políticas específicas sobre prevención del delito integrando en ella a toda la sociedad civil, ya que es la única manera de que el Estado utilice presupuestos menos elevados para minimizar la criminalidad, que aunque en nuestro país no se ha dado un aumento notorio, sí se observan a diario delitos con calificativos muy atroces.
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