A través de las informaciones internacionales, hemos podido conocer de detenciones de ciudadanos de origen árabe a quienes se le relaciona con la posibilidad de estas vinculados a los planes terroristas de Osama Bin Laden y su grupo Al Qaeda.
Además, en países como los Estados Unidos, el prejuicio étnico contra estas personas es grande y por ejemplo en las universidades de este país, los estudiantes de este origen comienzan a abandonar los centros de estudio para regresar a sus respectivos países. Las Naciones Unidas y los gobiernos deben tener mucho cuidado de no confundir a esta parte de la población mundial con integrantes de los grupos subversivos dedicados al terrorismo.
La inmensa mayoría de estos hombres de turbante y mujeres de burka son gente buena, religiosa y con una cultura que tal vez no se diferencia mucho de la nuestra. Es más, la presencia española en nuestra América nos trajo como consecuencia costumbres del mundo árabe.
Estos criterios que autoridades y poblaciones están adoptando, ya lo han vivido los judíos y también hoy lo viven los colombianos. El mundo no puede marchar hacia atrás y en todas partes hay minorías que se salen del contexto social y humano. |