Hay un problema y muy grave en el sistema académico panameño. Los muchachos ya desde la primaria vienen con serias deficiencias. Sin pretender ser exactos y evitando ser injustos, no achacaremos toda la responsabilidad a los educadores, cuyo rendimiento y calidad ha bajado escandalosamente. Sí debemos decir que se trata de un mal estructural que requiere atención urgente, para que dentro de una generación, es decir 25 años, veamos alguna mejora.
Por el momento queda en manos de cada cual buscar los recursos y las modalidades para auto formarnos. Si esperamos que el sistema nos dé las herramientas para tener éxito en el mercado laborar, fracasaremos irremediablemente. Tendremos que superarnos cada cual por nuestra cuenta. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de perder estupendas oportunidades que se presentan a diario, y cuyas puertas se pueden cerrar para siempre.
Depende de cada uno de nosotros ser mejores cada día, porque la competencia que se avecina es enorme, y aquel que no dé la talla desaparecerá. Puede decirse que los perezosos y los copiones ser irán por el desagüe, porque los triunfadores serán aquellos que no estén capacitados. |