El archipiélago de las mulatas se desparrama por el atlántico con una cultura que es esfuerza por no ser conquistada por el elemento waga (extranjero) que arremete a su población y particularmente a su juventud, pero, sin pero no hay historia, la caravana de la lectura con su lema de resistencia "Leer libera" llegó el sábado pasado y se tomó los caminos.
El paso elevado que une la isla de Playón Chico a tierra firme fue un desfile interminable de niños, padres de familia, maestros, tambores, globos, que, escapados de sus afanes diarios, dedicaron su tiempo a esa fiesta de animación en que se ha convertido el Año Iberoamericano de Promoción de la Lectura.