Un Bayern de Múnich, jugando a media máquina, castigó con una goleada por 4-0 a un Rapid de Viena inofensivo que en ningún momento logró estar a la altura del compromiso, y se clasificó para los octavos e final de la competición, aunque la primera plaza del grupo está por decidir entre los alemanes y el Juventus de Turín.
El Bayern controló desde el comienzo las acciones y la primera ocasión clara la tuvo en el minuto 9 mediante un cabezazo del defensa francés Valerian Ismael.
Bayern se lució a lo grande.