Todos los que conducimos automóviles, ya sea como trabajo o como transporte propio, hemos escuchado los cacareados slogans de "Cuando maneje no tome", "atienda las señales" y "maneje a la defensiva".
Ok, perfecto. Todo vehículo a motor es una potencial arma mortal, y estos consejos e indicaciones deben ser atendidos por cualquiera que esté tras un volante.
Pero en esta cuestión del tráfico, ¿quién habla sobre la responsabilidad de los peatones? Sería bueno que la Autoridad del Transporte, la Alcaldía o alguna otra entidad comience una campaña con slogans por el estilo de: "Cuando tome, no camine en zigzag en el borde de las carreteras", "si hay un puente elevado vehicular, úselo", y "mire siempre a ambos lados antes de cruzar".
Nadie habla sobre los peatones irresponsables. Esos que cruzan la calle sin siquiera mirar; los que andan borrachos en media calle; los que cruzan corriendo creyendo que pueden llegar al otro lado antes que pasen los autos; los que no usan los pasos elevados; y esos peatones arrogantes que creen que cruzando la calle "de sus dos", y haciendo una señal de alto con la palma de la mano, toda una fila de vehículos se va a detener porque viene caminando "fulano de tal".
Para que vayan sabiendo, también hay que caminar en las calles a la defensiva. Traducción: transitar cuidándose uno mismo y siempre previendo la posibilidad de un accidente.
El problema es que no todos los atropellos son causados por el exceso de velocidad o el alcohol. También hay casos en que algún peatón se tira sin fijarse, o un padre irresponsable permite que sus hijos pequeños anden por la calle sin supervisión alguna.
Usted, como peatón, tiene que ser consciente de su seguridad. En un encontronazo entre un ser humano y cualquier vehículo, sea este una bicicleta, la persona es quien siempre lleva la peor parte.