Tete a tete entre Fidel y Flores

Redacción
Crítica en Línea
Una agria disputa entre el presidente cubano Fidel Castro y el mandatario de El Salvador, Francisco Flores casi empaña la Cumbre Iberoamericana. Crítica ofrece los aspectos más interesantes: Fidel: Acerca del plan de atentado de estos señores procedentes de Miami. El cabecilla procede de El Salvador, cuyo gobierno sabe perfectamente bien, que él vive allí porque nosotros le dimos al presidente Calderón todos los informes pertinentes sobre la vida y milagro de ese caballero: dónde vive, cómo actúa, qué hace, quiénes son sus socios allí en el Gobierno; con nombre y apellido y la mayor discreción del mundo. Allá en nuestro país hay ciudadanos salvadoreños y guatemaltecos sancionados a la máxima pena. Ciudadanos reclutados por este señor (Luis Posada Carriles, probado y requete probado que fueron a nuestra capital a poner bombas, pero lo que más me extrañó fue que esta proposición surgiera precisamente de El Salvador; después México la apadrinó con mucho gusto. Es que es raro. Allí donde reside, es el jefe principal de los terroristas contra el cual no se ha hecho nada. No está preso. El mundo conoce todo eso. Ha venido acá un problema en esta cumbre. ¿Qué hacer ahora? Me gustaría preguntarle a los Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes. ¿Qué hacer? ¿Soltarlo? Han cometido crímenes contra Cuba y Cuba tiene derecho a reclamar. Flores: Señor Castro, es absolutamente intolerable que usted,, involucrado en la muerte de tantos salvadoreños, usted que entrenó a muchísimas personas para matar a salvadoreños, me acuse a mí de estar involucrado en el caso de Luis Posada Carriles. Una cosa es que un terrorista delincuente, entre en un país, compre una cédula falsa desde El Salvador; porque de esto doña Mireya, nuestros servicios de la Policía salvadoreña le han dado toda la información posible al gobierno de Panamá y nos ponemos a su disposición para procesar y hacer justicia en este caso... pero una cosa es que reconozcamos que hay actos de terrorismo y que los mandatarios busquemos a ver cómo lo resolvemos y otra cosa es que usted tome la palabra en este foro y acuse al Gobierno de El Salvador de estar protegiendo estos actos criminales. Eso es absolutamente intolerable. Especialmente en un hombre como usted. Hemos tenido paciencia con usted señor Castro. El año pasado usted acusó a mi gobierno de estar protegiendo a un involucrado en un asesinato que se iba a perpetrar contra el presidente Hugo Chávez. Hemos tenido paciencia con sus declaraciones. Pero lo que usted ha hecho hoy aquí es absolutamente intolerable. Nosotros, nuestro Gobierno ni yo como Presidente, jamás nos vamos a poner al lado del terrorismo. Sabemos que los terroristas ocupan nuestros territorios y estamos dispuestos a ayudarle. (Castro: ¿ayudarle a quién?) Flores (Ayudarle a Cuba y al pueblo cubano a que termine estos actos, y que si hay un peligro para Cuba, siempre nos hemos ofrecido a ayudar. Pero que usted me acuse a mí en este foro de que yo tengo responsabilidad en el caso de Luis Posada Carriles, después de que usted tuvo tan crueles, sangrientas e inaceptable responsabilidad en la guerra de El Salvador, es absolutamente intolerable. Castro otra vez: El me ha acusado a mí de que actué en El Salvador y unas cuántas cosas más. Y yo respondo a eso. Primero darle las gracias por su proeza de ayudar a combatir el terrorismo y a los elementos en el Salvador que cometen estos crímenes. Pero fíjese bien, de lo que me ha acusado a mí... y yo no te he acusa'ó, pero si tengo que acusarte, te acuso tranquilamente, ojalá sea más poderoso que el Jefe del Pentágono. He dicho que informé a los gobiernos, a todos los gobiernos, excepto a uno porque es socio estrecho de aquella fundación (Cubano-Americana), y era perder el tiempo. Di la información porque había un peligro, incluso para las aerolíneas costarricenses, y de Centroamérica para los pasajeros que vuelan entre Centroamérica y La Habana. Por supuesto a los norteamericanos le dimos toda la información posible, toda e incluso, el fin, el lugar donde para Posada. En El Salvador había un Partido Comunista en los años 30 y entonces no existía revolución cubana. Hay historias inenarrables de los miles de salvadores que murieron asesinados por las fuerzas represivas. En un solo lugar, eso se sabe mataron a todas las mujeres y a todos los niños, alrededor de ochocientos. Se pudo descubrir, porque alguien sobrevivió y contra eso luchaban aquellos revolucionarios. Simpaticé con ellos. No lo niego, no ando con mentiras, digan lo que digan y sí, nosotros apoyamos al movimiento revolucionario. No nos arrepentimos. Nosotros ayudamos al movimiento revolucionario y no nos arrepentimos. Todo movimiento revolucionario necesita ayuda. Cuando los mexicanos estaban en su revolución consiguieron ayuda. Cuando nosotros estábamos en la Sierra Maestra, al final de la guerra, un gobierno venezolano producto de una insurrección popular, trajo ayuda. Quiere decir que no es absolutamente nada nuevo. Yo digo que no tengo ninguna responsabilidad de esa guerra. Si me acusas tu y otros muchos más aquí, de que apoyamos el movimiento revolucionario en América Latina, le digo que sí. Sí apoyamos por ejemplo a los revolucionarios chilenos, en la época de Pinochet; apoyamos a los revolucionarios angolanos y mozambicanos, por ejemplo. Y de Cabo Verde y de Guinea Bissau, cuando estaban luchando por su independencia. Cuando los sandinistas estaban luchando contra Somoza, los ayudamos; los apoyamos, pero no fuimos los únicos. Si usted tiene la investigación de todo eso, había que acusar a varios honorables países más. A nosotros incluso el dirigente de un país, nos solicitó cohetes antiaéreos para que lucharan los revolucionarios contra Somoza.Acepto su acusación, si lo desea, que nosotros entrenamos a muchos guerrilleros. Puedo aceptar más todavía que en la lucha de Nicaragua había muchos entrenándose en Cuba y participaron allí también en esa lucha con la colaboración de otros países y gobiernos latinoamericanos. Acepto tus imputaciones en el sentido de que los estoy explicando, más a no olvidarse quiénes llevaron miles de millones de armas allí a El Salvador, y de las más sofisticadas decenas y decenas de helicópteros, o los aviones que disparan cinco mil balas por minuto. Flores: Doña Mireya y presidentes. Como ustedes saben este tema entre Cuba y El Salvador no podía ser más polémico y más tenso; yo creo que lo que menos podemos hacer por esta Cumbre, es apartarlo de esta mesa.n.
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