Actualmente es muy normal ver a grupos de personas reunidas, sobre todo en horas de las tardes y fines de semanas, divirtiéndose gracias a uno de los juegos más famosos de todos los tiempos, el bingo. Y es que la escasez de reglas y lo fácil que es ejecutarlo ha hecho que cada día haya más interesados en participar en este.
Pero, además de lo antes mencionado y el hecho de que no se necesite dinero para jugar, otro detalle que lo hace atractivo es la original manera de cantar los números. Las canillas de Conce (11), el rancho ardiente (71), los patitos (22), la hendionda (35), entre otros, son algunas de las frases que se pueden escuchar de parte de los participantes, quienes para darle un toque más divertido al juego han adoptado esta manera de decir los números que te harán ganador.
Hoy, la mayoría de los miembros se caracterizan por ser personas de la tercera edad o abuelos quienes han encontrado en el bingo la mejor manera de distraerse, compartir con amigos o familiares, pero sobre todo de mantener en actividad la mente.
¿COMO SE JUEGA?
Lo primero que se debe hacer es conseguir una mesa grande y ubicarla en un lugar que no incomode. Seguidamente, elija la cantidad de cartones con los que jugará, no se olvide de los porotos, maíz u otra ficha que le sirva para tapar los números.
Y es que el bingo es un juego muy parecido a la lotería. Un "cantor" saca los números al azar de una bolsita, que contiene generalmente desde 75 a 90 bolitas numeradas. El número sacado es anunciado y jugadores deben marcarlo o taparlo si lo tienen en sus cartones.
Lo divertido es que la primera persona que llene una línea o un cuadrito (depende de las reglas que pongan) grita ¡bingo! y se hace acreedor al premio.
Especialistas, como Julie Winstone, del departamento de Psicología de la Universidad de Southampton, aseguran que investigaciones realizadas revelan que aquellos abuelos jugadores de bingo han demostrado ser personas más rápidas y ágiles que quienes no lo practican.