CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no trabajo por mi propia liberación
El panameño común cree que el gobierno, o los clubes cívicos, o las iglesias, o alguien más distinto a él, le va a resolver los problemas. Por sale a las calles pidiendo casas, trabajo, dinero, escuelas, seguridad. Pocos piden lo que deben pedir: oportunidades, y ya. Es lo único que las otras personas deben propiciar, un chance para que el otro sea mejor, se eduque, se supere y pueda sobrevivir por su cuenta. Aquel que espera que las respuestas caigan del cielo, es un mediocre. Se requiere una actitud de cambio, de lucha, de querer subir los peldaños de la liberación, pero a propio pulmón, sin la ayuda exagerada de nadie. Solo así se libera el individuo, y los pueblos que claman justicia.
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