Estados Unidos conmemoró ayer el Día de los Veteranos, que marca el 91 aniversario del armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial y que encuentra al país inmerso en dos conflictos bélicos y en medio de la peor recesión en 70 años.
La conmemoración coincide con actos similares alrededor del mundo que recuerdan el sacrificio de una generación casi ya perdida.
De la I Guerra Mundial en la que cuatro millones de estadounidenses sirvieron, solo sigue vivo Frank Buckles, de Virginia Occidental y con de 108 años.
En Gran Bretaña, mientras tanto, los últimos veteranos, William Stone, Henry Allingham y Harry Patch fallecieron este año, una situación que se repite en muchos de los países combatientes.