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Los cubanos celebran y corren hacia Atenas.  |
Tras varios meses de zozobras, luchas y preparación, el Torneo Panamericano de Béisbol llegó a su fin. Para muchos, el certamen no cumplió las expectativas creadas y fue un total fracaso. Para otros, simplemente la eliminación de varios equipos de cartel, enterró las esperanzas del comité organizador de culminar por todo lo alto. Veamos algunos aspectos importantes que logramos observar durante el desarrollo del mismo... lo bueno, lo malo y lo feo.
LO BUENO...
El buen nivel de pelota que mostraron la mayoría de los equipos. Sabrá Dios cuándo podremos tener nuevamente en nuestro país un torneo de similar magnitud. La buena disponibilidad que mostró el presidente del Comité Organizador, ingeniero Dominador Kaiser Bazán para resolver cada uno de los problemas que se suscitaron durante el desarrollo del torneo. El buen servicio que brindó el centro de prensa del campeonato. El equipo que encabezó el colega Nicolás Espinosa, se fajó a lo grande y nos mantuvo al tanto de cada situación. Ningún colega se mostró inconforme con el trato recibido. El gran respaldo que le dio la afición del interior a la selección nacional en el único partido disputado en Aguadulce. Lástima que la falta de varios equipos impidió que jugaran más partidos en ese coliseo. La actitud asumida por los Grandes Ligas panameños Rubén Rivera, Sherman Obando y Julio Mosquera, quienes junto al director del equipo, Omar Moreno, asistieron al Hospital del Niño para visitar al pequeño Carlos Julio, quien fue uno de los afectados por el incidente con fuegos artificiales antes del partido contra Estados Unidos. Por lógica, no podemos pasar por alto las buenas actuaciones de los equipos de Canadá y Cuba, quienes se anexaron el derecho de representar a América en las próximas olimpiadas.
LO MALO...
El mal tiempo que imperó en los primeros días de competencia, lo que ocasionó que varios partidos fueran aplazados. Por ende muchos aficionados se abstuvieron de ir a los estadios. Sin lugar a dudas, entre las cosas malas están el lamentable accidente ocurrido el día miércoles 5, antes del partido entre Panamá y los Estados Unidos, en la cual varias personas resultaron seriamente heridas por las llamas de los fuegos artificiales que cayeron en las gradas. Ese mismo día, la afición sufrió nuevamente para llegar al Estadio Nacional. El descomunal tranque que se dio desde la Tumba Muerto ocasionó que muchas personas decidieran regresarse a sus casas por la mala coordinación entre los estamentos de seguridad . La decisión de países como República Dominicana, Venezuela y Bahamas de no asistir al campeonato. ¿Quién para el juega vivo? Muy malo la actitud de algunos choferes de los buses que supuestamente eran gratis. Varios fanáticos se quejaron de que para salir les querían cobrar 25 centavos. Y qué decir de los bien cuida´o, pedían un dólar por cada carro. ¡Qué bárbaros!.
LO FEO...
Nadie esperaba que toda una leyenda como Frank Robinson, reaccionara violentamente tras la derrota de su equipo ante México. Robinson trató de impedir de manera descortés la labor de un fotógrafo de la agencia EFE y aunque luego se disculpó su acción dejó mucho que desear. La triste actuación de un país con tanta tradición beisbolera como Nicaragua. Los "pinoleros" no ganaron ni un solo partido. La mala coordinación en la ceremonia de premiación. Al momento de entregar un trofeo se formaba un sólo macarrón entre las personas que entregaban los premios y los que lo recibían. Otra situación que dejó mucho que desear fue la no implementación de un podium en la entrega de los premios. Hasta en deportes menos conocidos se trata de diferenciar a los equipos en tres niveles diferentes. La prematura eliminación del equipo local. Los panameños esperabamos más de esa novena y soñaban con que alcanzar una plaza para Atenas. La esperanzas se esfumaron con aquel doble del boricua Luis "Wicho" Figueroa.
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