EDITORIAL
Una lección que el Gobierno debe aprender
Totalmente distorsionada
quedó ayer la imagen del Gobierno Nacional durante los actos conmemorativos
del Primer Grito de Independencia del imperialismo ibérico y que
se dio en La Villa de Los Santos el 10 de noviembre de 1821.
Cuando todo un pueblo esperaba que el Mandatario anunciaría la
derogatoria del Decreto Ley 8 que establece los "días puente",
el Jefe del Ejecutivo ignoró el clamor de miles de ciudadanos que
señalan que los días puente atentan contra la identidad nacional.
Pérez Balladares, que dice ser discípulo del general Omar
Torrijos Herrera, evidentemente no ha aprendido las lecciones de su guía
y maestro. Hace varios años, Torrijos trató de cambiar el
nombre de Las Tablas por el de Ciudad Porras, pero ante el alud de críticas
que se le vino encima, desistió de su propósito y dijo con
humildad "no se pueden ganar todas las propuestas", y no se volvió
a hablar más del asunto.
Perredistas como Felipe Cano y Elías Castillo, y liberales como
Raúl Arango Gasteazoro se han mostrado en desacuerdo con este decreto,
pero el presidente Ernesto Pérez Balladares insiste en mantenerlo,
a pesar de que hay un rechazo casi unánime por esa iniciativa que
promovió el Gerente del Instituto Panameño de Turismo, un
decreto desafortunado e inoportuno que pone en peligro la nacionalidad panameña.
Y es porque se ha comprobado que con los "días puente"
tampoco llegan los chorros de dinero del turismo interno, cuando el Estado
debiera es promover nuevas y efectivas fuentes de trabajo.
Lo acontecido ayer en La Villa de Los Santos, San Miguelito y La Chorrera
debe servir de lección al mandatario y que estos problemas hay que
enfocarlos con humildad y no con arrogancia. La presencia de antimotines
para intimidar a la población fue de mal gusto y sólo le hace
daño al actual Gobierno.
En otros países se promueven los "días puente"
con fechas movibles, pero nunca trasladan fechas históricas como
el 4 de julio para celebrarlas un día antes o después. Lo
que se pretende con el Día de la Madre y el 9 de enero, va a ocasionar
una nueva tempestad que este Gobierno, por soberbia, no quiere evitar.
El IPAT no supo vender los "días puente" y el Estado
lo aceptó intempestivamente. Debieron dejar que profesionales del
turismo, como los periodistas especializados, se encargaran de esa tarea
y no improvisar con tan delicado tema. Los "días puente"
se venían gestionando desde el gobierno de Guillermo Endara, pero
han hecho crisis con esta administración por la incapacidad de los
que los promovieron.
Pero el Gobierno insiste en su tozudez, cuando lo más sabio es
rectificar. Han hecho un polvorín innecesario y el detonante son
los santeños que son gente peleadora por sus convicciones. No los
menosprecien.
Ahora el Gobierno tendrá que enfrentarse a las madres de toda
la República que no quieren que les cambien el 8 de diciembre que
la tradición consagra a la Virgen Inmaculada Concepción.
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