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Al parecer a Ortega le llegó el momento de pasar la batuta a una nueva generación. Foto AP  |
La vieja discusión del relevo de autoridades a lo interno del Frente Sandinista volvió a tomar auge con la reciente derrota electoral del partido mas fuerte del país, pero también para muchos puso de manifiesto la necesidad de renovar los estilos de dirección y de trabajo de la organización política.
Las cifras electorales y la asistencia masiva a las urnas revelan que la campaña propagandística desplegada por la organización ayudaron a recuperar parte del electorado sandinista, sumamente golpeado y disperso por años de revanchismo de gobiernos neoliberales, pero esa acción no fue suficiente para contrarrestar las insidiosas campañas del miedo.
Sin negar los aciertos incuestionables de las principales autoridades del FSLN, tanto en la etapa de lucha contra la dictadura somocista, en el gobierno y en la siguiente etapa y sin esconder los errores, voces como la de Víctor Tinoco, como la de Mónica Baltodano, José González e Irvin Dávila han venido planteando el asunto desde hace varios años.
Al respecto el doctor Alejandro Martínez Cuenca, quien participó como pre candidato en la consulta popular del FSLN, considera que aunque la organización se posesionó de un lugar muy importante, todavía en cuestión, en la Asamblea Nacional, cree que en la base sandinista no se trabajó lo correctamente que se pudo haber hecho.
Sin embargo para el doctor en economía la apertura del Frente Sandinista a diversas personalidades y grupos que conformaron la Convergencia Nacional, dejó establecido que existía la conciencia de que la organización política no podía ganar si se lanzaba sola al tinglado electorero.
La tercera derrota revela que definitivamente algo no está funcionando bien, que por eso es obligatorio hacer es que el FSLN continúe con el proceso de modernización que inició Daniel Ortega con vistas al actual proceso electoral y que no se debe dejar enfriar la paila, sino que también retomar el tema de la sucesión del liderazgo en la organización política.
Para Martínez Cuenca el proceso de modernización que pasó por la Convergencia, debe llevar consigo la intensión de que el FSLN sea realmente una opción de gobierno, que pueda poner en práctica su compromiso de mejorar la vida del pueblo y por eso ganar las elecciones sigue siendo el gran desafío del Frente Sandinista.
Martínez Cuenca agrega que como Convergencia o como FSLN, no se debe crear la expectativa de que solo hay un candidato que ofrecerle a la gente, que se puede superar el caudillismo y en ese sentido Daniel Ortega debe continuar el proceso de modernización partidaria, consciente que la gran contribución que hará no será la de perpetuarse como candidato eterno de las aspiraciones sandinistas. |