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Juicio contra Marcos Robles.  |
La mandataria Mireya Moscoso lanzó anteayer en Macaracas una bomba de profundidad. Me quieren dar un golpe de Estado, dijo palabras menos palabras más.
Lo del golpe no es nada nuevo. Desde el año 2000, políticos como el exmandatario Guillermo Endara; el exdirigente del PRD, Mitchell Doens; el ministro Víctor Juliao y la propia Moscoso, han denunciado la existencia de ese tipo de complot.
Para la crisis que desató la pretendida alza del pasaje en mayo pasado, se acusó al movimiento sindical de pretender tomarse el poder recurriendo a métodos violentos.
En junio del 2000, Mitchell Doens advirtió una conspiración contra Moscoso, que tendría como presuntos actores a los sectores "económicamente poderosos y a ciertas agencias del gobierno estadounidense".
El primer golpe de Estado lo perpetró el 2 de enero de 1931 el Movimiento de Acción Comunal, logrando el derrocamiento del presidente Florencio Harmodio Arosemena. En la refriega perdieron la vida ocho personas.
La próxima víctima de un golpe de Estado fue Arnulfo Arias, cuando el 9 de octubre de 1941 fue derrocado.
En noviembre de 1949, el coronel José Antonio Remón Cantera derrocó al presidente Daniel Chanis y reconoció el triunfo del Dr. Arnulfo Arias, en las elecciones de 1948.
El 10 de mayo de 1951, Arias Madrid también fue derrocado en un cruento golpe de Estado. Las hostilidades dejaron once muertos.
El 7 de mayo de 1951, Arias emitió un decreto que derogaba la Constitución de 1946, lo que eventualmente provocaría la disolución de la Asamblea Nacional.
El 8 de abril de 1967, la Asamblea Nacional derrocó al presidente Marcos A. Robles y designó en su reemplazo a Max Delvalle. Robles fue enjuiciado tras una denuncia del democristiano Antonio González Revilla. El acusador en el proceso fue Rubén Arosemena Guardia, padre del actual presidente de la Asamblea Legislativa. El golpe no prosperó, porque el presidente impugnó la acción ante los tribunales y la Guardia Nacional lo respaldó.
El 11 de octubre de 1968, Arnulfo Arias fue derrocado por oficiales de la Guardia Nacional encabezados por Boris Martínez y Omar Torrijos.
Luego el 31 de julio de 1982 los militares derrocaron a Aristides Royo; su reemplazo Ricardo De La Espriella, también fue forzado a renunciar en febrero de 1983.
En septiembre de 1985 fue derrocado Nicolás Ardito Barletta y en febrero de 1988, sucedió lo mismo con Eric Arturo Delvalle.
Pero volviendo a los momentos actuales, los políticos de oposición niegan que estén fraguando un golpe de Estado contra la presidenta Mireya Moscoso.
El secretario general del PRD, Martín Torrijos, dijo que las declaraciones de la presidenta son infundadas.
"Nosotros no estamos pensando ni en golpe de Estado, ni en enjuiciar a nadie", sentenció Torrijos.
Además dijo que nadie "pretende" adelantar las elecciones, quizás "sean opiniones individuales", "el gobierno fue designado por el pueblo para gobernar cinco años y debe gobernar hasta el último día".
En tanto el presidente de la Asamblea, Rubén Arosemena, también negó un presunto "complot" contra el Ejecutivo, "nadie quiere que la democracia colapse o haya un enfrentamiento entre los poderes del Estado y que el país continúe en una crisis económica sumado ahora a una crisis política".
Desmintió que existan fuerzas políticas que están promoviendo adelantar las elecciones, pero afirmó que en caso tal, "los demócratas y la mayoría del país no estaría de acuerdo porque debemos garantizar la institucionalidad del país".
Arosemena indicó que conversó antenoche con Moscoso y le expresó que no "le diera importancia a dichas declaraciones y que estuviera tranquila y se dedicara a atender temas importantes porque eso no tenía ningún sentido".
En tanto, el subsecretario del PRD, Héctor Alemán, calificó como "una ñamería" el presunto complot contra el gobierno y alegó que "los que se salen con eso ocultan la verdadera intención de desconocer que la democracia funciona a través de la armónica colaboración de los tres órganos del Estado".
En tanto, el general (r) Rubén Darío Paredes advirtió que si el Organo Legislativo "es cancelado, mañana nadie va a salir a la calle a protestar por ello".
"Ojalá la situación no llegue a semejante deterioro que dé cabida a una suspensión del orden constitucional", pero el Ejecutivo "tiene todo el poder a su favor, sencillamente porque domina la Fuerza Pública" y cuenta con la fuerza constitucional y el apoyo popular, manifestó.
Para Paredes, lo que percibe el ciudadano común es que la Asamblea no ha soportado la eliminación de las partidas circuitales y el Organo Legislativo se siente irritado frente a esa realidad.
Por su parte, el expresidente Guillermo Endara aseguró que la mandataria Moscoso no debe hacerle mucho caso a la partida de "manzanillos" que tiene a su alrededor, ya que siempre hay dos o tres que hablan de más.
Endara piensa que la presidenta Moscoso está "sofocando el ambiente para que la Asamblea apruebe a Winston Spadafora como magistrado de la Corte Suprema y por el otro lado los legisladores reclaman sus partidas circuitales para poder tener plata para reelegirse".
"Pareciera que tanto la Asamblea Legislativa como la presidenta estuvieran jugando un juego un tanto infantil e irresponsable", señaló.
El expresidente se refirió a que primero Rubén Arosemena declara que la democracia estaba en peligro y ahora viene la presidenta contragolpeando con declaraciones de que le quieren dar un golpe de Estado desde la Asamblea. |