FRONTERA TICO - PANAMEÑA
Sitio de conflictos, contrabando
y paso para el narcotráfico
Flor Bocharel
Chiriquí - EPASA
La frontera de Panamá
con Costa Rica comprende las provincias de Chiriquí y Bocas Del Toro,
y por ambas regiones existen pasos alternos, por donde contrabandistas,
narcotraficantes y otra clase de delincuentes se trasladan burlando los
controles aduaneros y migratorios.
Igualmente existe otro problema, como lo es la adjudicación territorial
de ciudadanos costarricenses en suelo panameño, conflicto que ha
durado mucho tiempo, pero que las autoridades prometen arreglar por la vía
diplomática.
Referente al problema de adjudicación territorial, en el distrito
de Renacimiento un ciudadano costarricense de apellido Rojas, quien no desea
dialogar con los periodistas, ha acaparado un globo de terreno de aproximadamente
6 hectáreas perteneciente a Panamá.
En el área se observa claramente que el costarricense cultiva
tierra que pertenece a Panamá, porque los hitos que demarcan los
límites así lo señalan.
El Alcalde de Renacimiento, Jesús Atencio, indicó que la
persona mencionada ha usurpado terrenos adyacentes al vertedero de basura
de ese lugar, por lo que las autoridades municipales esperan una solución
concreta al problema, porque ningún panameño ha pretendido
incursionar en territorio tico.
Por su parte, el Vice Ministro de Relaciones Exteriores, Marcel Salamín,
aseguró que, en efecto, los terrenos pertenecen a Panamá,
por lo que se procederá a implementar un programa de densificación,
consistente en la redefinición de la línea fronteriza, colocando
hitos cada 50 metros, trabajo que se hará en conjunto con el Instituto
Geográfico Tommy Guardia y el Instituto Costarricense de Geografía,
lo que tomará unos 28 días.
Las leyes panameñas son claras en el sentido de que prohíbe
el otorgamiento de derechos posesorios y títulos de propiedad a extranjeros
en áreas ubicadas a menos de 10 kilómetros de sus fronteras.
Salamín precisó que en la frontera tico panameña
existen diversos problemas, especificando que en Río Sereno los hay
de tipo territorial, producto espontáneo de una relación pacífica
que se desarrolla entre comunidades vecinas, y los mismos deben resolverse
de acuerdo a las características de cada área.
Mientras que en la frontera de Paso Canoa existe el problema de los chinameros,
del cual los comerciantes del área han denunciado que al momento
de que las autoridades panameñas desean aplicar la ley, ellos manifiestan
que están en territorio tico, y lo mismo ocurre en sentido contrario.
Igualmente existen tantos pasos alternos a los controles migratorios
y aduaneros (se estiman que existen unos 300 caminos), utilizados muchas
veces por indocumentados, contrabandistas, narcotraficantes y otro tipo
de delincuentes han burlado la vigilancia.
El ejemplo claro de este problema por falta de controles, es que al momento
en que nos encontrábamos cubriendo la gira de trabajo del Vice Ministro
Salamín y el Gobernador José Alberto Pretelt, entramos en
territorio costarricense sin que autoridad alguna nos pidiera algún
tipo de identificación.
Por su parte, el Representante de Monte Lirio, Edward Espinoza, que el
problema por falta de controles en Río Sereno, es de tipo presupuestario,
porque no existen los fondos necesarios para dotar tanto a Migración,
Aduanas, Policía y PTJ de personal para el corregimiento limítrofe,
para que haya vigilancia las 24 horas.
Indicó que desde hace mucho tiempo existe confraternidad entre
los habitantes de ambos países, por lo que recomendó tratar
los problemas limítrofes con la diplomacia que ello requiere para
evitar diferencias entre los gobiernos de Costa Rica y Panamá.
Para minimizar los problemas que se suscitan en la provincia por ser
un área límite con Costa Rica, es necesario implementar otros
controles aduaneros y migratorios en puntos estratégicos que garanticen
una efectiva labor por parte de los agentes de Dirección de Fiscalización
Aduanera (DFA) y de Migración.

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