CULTURA
Perón ayudó a la fuga de nazis a través de España, según libro

Nueva York
EFE

El dirigente argentino Juan Domingo Perón ayudó a crear a finales de la II Guerra Mundial un sistema sereto para permitir la fuga de importantes jerarcas nazis a través de España, según un nuevo libro hecho público hoy.

El sistema, controlado por la llamada División de Información argentina, comenzó en Madrid en noviembre de 1944 cuando el agente secreto nazi nacido en Argentina, Alberto Carlos Fuldner, inició los detalles en colaboración con la embajada alemana en España.

Fuldner trasladó a la capital española grandes cantidades de dinero y de obras de arte para costear esta ruta de salida, según el libro "Perón y los Alemanes", del escritor argentino Uki Goñi, cuyo resumen publica hoy la edición latinoamericana de "Time".

Goñi ha utilizado para ese trabajo el informe oficial "Segundo informe sobre el espionaje alemán" que encontró en los Archivos Argentinos y que, con fecha de 1945, contiene más de 4.000 páginas sobre todo el espionaje del III Reich en ese país.

Goñi agrega que otra de las rutas de salida la diseñó Charles Lescat, otro colaborador nazi nacido en Argentina, que recibió el encargo de Berlín de crear una ruta de huida hacia el cono sur que fue costeada en un principio con dinero traído desde Alemania.

Según declaró posteriormente Hans Sommer, otro agente del servicio secreto nazi "SD", Lescat siempre afirmó que contaba con el respaldo del presidente Perón "a quien afirmó conocer personalmente y del que se consideraba amigo íntimo".

Goñi afirma en el libro que Perón reconoció sin ningún rubor cuando ya se encontraba en España, en los últimos años de su vida, que había tenido contactos con muchos criminales fugitivos nazis, e incluso que rompió relaciones con Hitler al final de la guerra, "para poder salvar la vida a cientos de nazis".

"Intercambiamos mensajes con ellos (los alemanes) a través de Suiza y España. Franco entendió inmediatamente nuestras intenciones y nos ayudó", reconoció Perón en una entrevista el 9 de septiembre de 1970 con el periodista Tomás Eloy Martínez.

En esa misma entrevista, Perón relató con detalle sus encuentros con el doctor "Gregor", alias que utilizaba después de la guerra Josef Mengele, uno de los doctores más sarcásticos del campo de concentración de Auschwitz.

El escritor argentino reconoce que el número de jerarcas nazis que escapó a Argentina varía mucho según las fuentes, pero los datos oficiales cifran en cerca de 50.000 los ciudadanos alemanes y austriacos que entraron en el país una vez finalizada la guerra y de ellos al menos 150 eran criminales de guerra.

Entre estos destacan Adolf Eichmann - que posteriormente fue secuestrado por comandos israelíes -, Gerhard Bohne - encargado del programa de eutanasia de Hitler -, Klaus Barbie - el carnicero de Lyons - y - Erich Priebke - extraditado a Italia en 1996.

El libro mantiene que los primeros contactos que Perón realizó con Hitler fueron a través de Juan Carlos Goyeneche, un líder nacionalista argentino, que viajó varias veces a Berlín para entrevistarse en secreto con Heinrich Himmler, jefe del servicio secreto del Partido Nazi, y Josef Goebbels, ministro de la Propaganda y asesor personal de Hitler.

Goyeneche incluso fue utilizado por Himmler junto al embajador argentino en Madrid, Adrián Escobar, para intentar una mediación de paz a través del Vaticano, y para organizar un golpe de Estado en Bolivia que colocó en el poder al general Gualberto Villarroel.

En septiembre de 1943, Perón envió también en misión especial a Berlín a Osmar Hellmuth, un colaborador del "SD", para pedir a Hitler armamento y aviones a cambio de su lealtad y de permitir la utilización de su territorio para labores de espionaje.

Aunque el proyecto no tuvo mucho éxito, al final Argentina adquidió armas y artillería antiaérea del III Reich durante la guerra mundial, material que llegó a través de España, país que, según el libro, cooperó sin problemas con Buenos Aires.

 

 

 

 

 

 



 

El sistema, controlado por la llamada División de Información argentina, comenzó en Madrid en noviembre de 1944 cuando el agente secreto nazi nacido en Argentina, Alberto Carlos Fuldner, inició los detalles en colaboración con la embajada alemana en España.

 

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