EDITORIAL
Tozudez de un gobierno que no escucha al pueblo
Miles de santeños
protestaron ayer durante el desfile del 3 de noviembre por la tozudez del
Gobierno Nacional de insistir en los "días puente" que
atentan contra la identidad nacional y van en contra de las tradiciones
panameñas.
Un decreto ley, promovido por el Gerente del Instituto Panameño
de Turismo, ha sido el causante de todo este enredo que supuestamente favorece
al comercio, pero que va en contra de las efemérides nacionales.
Ni aún en los tiempos de la feroz dictadura castrense los militares
se atrevieron a tomar esta medida del mercantilismo de los "días
puente". Pero el actual gobierno, débil y complaciente, creyendo
erróneamente en la mansedumbre del pueblo santeño, ha desafiado
a uno de los baluartes de nuestra nacionalidad trasladando la celebración
del 10 de noviembre a una fecha que no es la indicada.
El gobierno de los Estados Unidos, pragmático como es, promueve
los "días puente", pero jamás se les ha ocurrido
trasladar el 4 de julio a otra fecha por conveniencia comercial. Ese gobierno
respeta a su pueblo y sus efemérides, en abierto contraste con el
de Panamá que, reiteramos, progresivamente pareciera que está
acabando con la identidad nacional.
Una prueba fehaciente de que se está acabando con el fervor patriótico
la constituyen la actitud de los dos últimos Ministros de Educación
que han partido en dos las rutas de los desfiles y reducido la participación
de los colegios, lo que ha traído como consecuencia unos desfiles
cortos sin atractivos ni coloridos.
Contrario a los que los personeros del Gobierno creen, el pueblo es vigilante
del deterioro de las escuelas y los hurtos que se dan en esos planteles;
la pesadilla de las privatizaciones donde al concluir las ventas se encarece
el producto y que nadie sabe en qué se emplean los fondos de esas
transacciones que tienen que ver con la venta de bienes públicos
a manos privadas; los despidos masivos; la falta de agua potable en muchas
comunidades y que pareciera una justificación para la privatización
del IDAAN, etc. Tantos problemas que existen en el país para engrosarlos
por la falta de visual de quienes no quieren entender que las fechas cívicas
y tradiciones de los pueblos se tienen que respetar.
Ojalá que el Gobierno Nacional desista de esa provocación
insensata al pueblo panameño, en especial a los santeños que
defienden ardorosamente sus tradiciones. Insistir en ello no es prudente.
Se impone la derogación de este desafortunado Decreto Ley que ha
traído la intranquilidad a la sociedad panameña sólo
por favorecer a unos pocos que habrá que investigar cuáles
son sus inversiones en turismo.


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