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Jack el Destripador: 114 años después

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Agencias Internacionales
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La escritora estadounidense de novelas de crímenes Patricia Cornwell cree haber descubierto el ADN de Jack el Destripador, que en su opinión correspondería a un artista británico al que le gustaba pintar mórbidas escenas de violencia contra las mujeres.

En un extracto del próximo libro de la autora, "Retrato de un asesino: Jack el Destripador. Caso cerrado", publicado en la edición de noviembre de la revista Vanity Fair, Cornwell dijo que el ADN de Jack podría coincidir con el de Walter Sickert, un artista que utilizaba a prostitutas como modelos y que pintó escenas similares a los crímenes cometidos por el Destripador, un asesino múltiple que aterrorizó Londres a finales del siglo XIX.

Cornwell dijo que descubrió que una carta que Jack el Destripador habría escrito desde Manchester el 22 de noviembre de 1888 tenía la misma marca de agua utilizada por Walter y Ellen Sickert después de su matrimonio tres días antes.

Sickert, quien murió en 1942, fue incinerado y no existen pruebas de ADN de su cuerpo, excepto las obtenidas de algunas cartas y sellos que colocó. Estas muestras se compararon con el ADN del Destripador, obtenido de una carta de su autoría que envió a las autoridades.

Cornwell dijo que de las 55 muestras estudiadas, dos tenían una secuencia del ADN procedente de una sola persona: una secuencia pertenecía al artista estadounidense James Whistler, con quien estudió el alemán Sickert , y el otro a otra persona que dejó su ADN en un sello de una carta que el Destripador envió al doctor Thomas Openshaw, el director del Museo Hospital de Londres.

Cornwell dijo que algunas de las pinturas de Sickert guardaban un asombroso parecido con fotografías de las víctimas de Jack y que algunas de las cartas del Destripador contenían frases utilizadas por Whistler, que eran frecuentemente eran objeto de burla por parte de su alumno Sickert.

En agosto se cumplieron 114 años desde que desde que un famoso asesino empezara sus correrías en la ciudad de las densas neblinas y los cascos de caballos resonando en tortuosas callejuelas: el Londres victoriano. La sede del imperio que Sherlock Holmes trajinó pocos años después, a la búsqueda de huidizos delincuentes que como Jack el Destripador desafiaban a esa sociedad refinada; orgullosa de ser el máximo exponente de la civilización del siglo XIX. El 31 de agosto de 1888, Mary Ann Nicholls (alias Polly), de 42 años y prostituta de profesión, fue hallada muerta en el callejón de Buck´s Row.

¿CÓMO ERA JACK EL DESTRIPADOR?

La historia habla de un hombre de estatura media, bien vestido, que frecuentaba las calles del barrio Whitechapel, de Londres, Inglaterra, una zona por aquella época de bares y prostitutas.

Jack el Destripador era un habitante de la gran ciudad de 1888. Sus actos se hicieron famosos por haber creado una modalidad dentro de la historia del delito: el crimen patológico. Las agresiones cometidos ocasionaron el terror y el espanto entre los londinenses, ante la insistencia de muertes en algunas calles de la ciudad durante los últimos meses de 1888.

Se rumoreaba que el asesino llevaba cuchillos en una pequeña bolsa de cuero negra. Sólo se pudo deducir que el criminal parecía ser zurdo y que poseía notables conocimientos de medicina. Los cortes sobre el cuerpo que El Destripador había realizado necesitaban de gran habilidad y destreza, según uno de los cirujanos que intervinieron en las investigaciones judiciales.

Hubo personas que aseguraban que el Destripador era un famoso médico, con el deseo de vengar la muerte de uno de sus hijos, que había contraído una enfermedad trasmitida por las relaciones sexuales con las prostitutas e incluso se rumoró que el aterrador asesino hacía parte de la realeza. Realmente sólo existió una persona que supiera la verdad, y esa era: Jack, El Destripador.

ENTRE EL ABANDONO Y EL CRIMEN

El barrio East End era la prueba más evidente de la miseria y desigualdad. Al anochecer, los callejones, los patios y las esquinas eran oscuros antros, sin más iluminación que la proporcionada por algunas velas que asomaban por las ventanas.

La vida en las calles era miserable y con frecuencia rozaba con lo criminal. Para muchas mujeres la prostitución era el único medio de sobrevivir. Jack el Destripador penetró en este hervidero humano en 1888, y con él llegaron el miedo y el pánico.

Uno de sus crímenes tuvo lugar en Gunthorpe Street; la víctima fue Martha Turner, una prostituta de mediana edad cuyo cadáver fue hallado en la madrugada, en un portal de esta calle. El cuerpo totalmente destrozado reflejaba la utilización de dos tipos de cuchillos distintos, que simulaban instrumentos de cirugía (tal hecho hizo pensar que Jack el Destripador pudo ser un médico o que conocía perfectamente el instrumental quirúrgico).

Algunos criminólogos no consideraron a Martha Turner víctima del Destripador, porque el cadáver no presentaba las mutilaciones habituales que más tarde fueron comunes en todas sus víctimas.

Otro asesinato tuvo lugar el 8 de Septiembre; la víctima fue otra prostituta, Annie Chapman, de 47 años. El cuerpo fue encontrado en un patio de Hanbury Street. La cabeza, casi completamente separada del cuerpo, había sido atada con un pañuelo alrededor del cuello para mantenerla fija. Había sido totalmente destripada, todo ello realizado de tal manera que revelaba que el asesino (o asesinos) poseía conocimientos considerables quirúrgicos y anatómicos.

AGENCIA DE NOTICIAS RECIBE CARTA

El 28 de Septiembre, la Agencia Central de Noticias recibió una nota firmada por el propio Jack el Destripador, cuyo contenido decía: "Odio a las prostitutas y seguiré destripándolas hasta que me canse". Este mensaje incrementó el pánico, mientras se fracasaba en los intentos de hallar al asesino por parte de la policía.

La nota fue depositada en el correo poco después de haberse cometido los asesinatos. Con el doble delito, todo Londres estaba aterrorizado y se oían diversos rumores sobre la identidad del Destripador. La última persona que pudo ver viva a la infortunada Mary Jeannette Kelly, de 25 años, también prostituta, fue un transeúnte llamado George Hutchinson. Según declaraciones suyas, estaba acompañada de un hombre de mediana estatura y bien vestido, sombrero de caza y bigote rubio. A primera hora de la mañana encontraron su cadáver tendido en su domicilio, un edificio en Millers Court, y a la que tal vez ella misma había conducido al asesino. Mary fue, al parecer, la última víctima del Destripador.

 

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