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Hugo Chavez.  |
El presidente Hugo Chávez, que gusta de compararse con figuras históricas como el prócer Simón Bolívar, ha agregado otra trágica figura a su panteón de héroes: el depuesto mandatario chileno Salvador Allende. En semanas recientes, Chávez ha hecho frente a dos conjuras de asesinato, conspiraciones para derrocarlo, una pequeña rebelión militar y amenazas de un paro indefinido.
La televisora estatal ha comenzado a difundir Los últimos días de Salvador Allende'', un documental sobre el derrocamiento y muerte del presidente Allende en 1973, y la fascinación de Chávez por el malogrado mandatario chileno ha añadido un apocalíptico actor al reparto de la turbulenta escena política venezolana.
Las imágenes de Allende que en 1970 fue el primer socialista elegido presidente en las urnas del hemisferio occidental bajo el fuego de los militares, son seguidas de advertencias de que los venezolanos podrían padecer torturas y desapariciones semejantes a las que sufrieron los chilenos bajo el régimen dictatorial que por 15 años encabezó el general Augusto Pinochet.
La agencia estatal de noticias Venprés, por su parte, publicó en septiembre una semblanza de Allende que tituló con una frase que frecuentemente se le escucha a Chávez decir: Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo''.
De alguna manera el presidente tiene una actitud que pretende retomar para sí cosas de otros personajes, que de alguna manera tenían otra sentencia'', dijo Roberto Lespinasse, presidente de la Asociación Venezolana de Psiquiatría.
Parece ser parte de una búsqueda, una conducta de su parte de buscar similitudes con Salvador Allende, de poner al presidente como una víctima, un mártir'', indicó Lespinasse, quien nunca ha tratado a Chávez como paciente. Sus opositores rápidamente respondieron difundiendo un documental sobre la caída de otro líder: el brutal ex presidente yugoslavo Slodoban Milosevic, quien fue derrocado. |