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Era muy querido por su pueblo. El plan era que regresara a Antón para dedicarle el juego de balonesto. Contrario a ello, recibieron la nefasta noticia.  |
El alcalde de Antón, Luis Ríos, de 52 años, murió en un accidente automovilístico registrado el viernes en la noche. El hecho se dio al colisionar con la unidad de rescate de los bomberos de Antón, que atendía otro accidente donde un joven también falleció.
Ríos se dirigía a su residencia en Río Hato aproximadamente a las 9:00 p.m., luego de un juego de baloncesto en Antón. Manejaba un auto Lancer color negro con matrícula 130795, cuando a la altura de la comunidad de El Chirú de Antón, perdió aparentemente el control, sobreviniendo el inesperado desenlace.
Al momento del accidente, la unidad de los bomberos con que se estrelló Ríos se encontraba en el área atendiendo una llamada de emergencia por el deceso de Rubén Jaén Sánchez, de 19 años, residente de El Chirú, quien murió al ser atropellado por Efraín Sánchez, de 34 años, conductor de una "Montero" color azul, con matrícula 244951. "El plan era que él volviera porque le dedicaríamos el juego, pero nunca más retornó", dijo uno de sus amigos en medio de lágrimas. Ríos resultó gravemente herido y murió minutos después en el Centro de Salud de Antón.
Una vez se conoció del accidente, amigos y familiares del Alcalde se dirigieron al Centro de Salud de Antón. Ríos había muerto y con él la esperanza de muchos a los que siempre ayudó y defendió, entre ellos, los moradores de la playa "La Pacora de Antón".
El hombre luchó por los más necesitados, y prueba de ellos los testimonios y las más de 14 demandas interpuestas en su contra. El martes había confesado que de todas esas denuncias tenía miedo sólo de una: la que le interpusieron por no desalojar de sus terrenos a los moradores de la playa "La Pacora". "Siento miedo porque no sé si me separen del cargo, luego, ¿qué será de esas personas?", dijo entonces.
El cuerpo sin vida fue llevado a la morgue para la autopsia; se esperaba que fuera enterrado en Río Hato, pero esto no fue así, ya que sus familiares decidieron que el funeral se daría en la ciudad capital. Ello entristeció a los moradores del área quienes esperaban que Ríos siempre estuviera con ellos, en donde se crió y donde compartió con todos.
En el Municipio de Antón se arregló un altar con flores, velas y su foto. Todos iban a verlo y darle el último adiós. Aunque Ríos no fue enterrado en Río Hato o en Antón, su cuerpo fue llevado a eso de las 3:00 p.m. al Municipio, en donde lo escoltaron los Ediles y el Gobernador. Luego lo llevaron a la Iglesia en donde se ofició una misa y se dio lectura de innumerables resoluciones de condolencias.
Aún a las 4:00 p.m., gran cantidad de personas se concentraba en la vía Interamericana en espera del hombre al cual calificaron de "humanitario". "Si estuviera vivo y se lanzara en la política a legislador, ganaba", aseguró una joven. Durante los actos estuvieron presentes el legislador del Circuito 2-2, Javier Tejeira, y el alcalde de Penonomé, Manuel Cárdenas, entre otras personalidades. |