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Melquiades Abel junto a su esposa Sidia, el 7 de septiembre de éste año, cuando disfrutaban de un bautizo familiar.  |
Un Día del Niño triste. Mientras que otros chicos participaban de las festividades dedicadas a la niñez, Melquiades Abel, de 14 años; y Jonathan Joel, de 9, tuvieron que asistir al entierro de su padre, Melquiades Abel Rodríguez, el taxista muerto en la múltiple colisión que se registró el miércoles en la autopista Arraiján- La Chorrera. Melquiades celebró su último cumpleaños, el número 43, el 13 de septiembre. Poco más de un mes después, su hermano y su compadre lo sacaron de la morgue casi "hecho carbón".
El fue una de las cinco víctimas del accidente automovilístico registrado la mañana del 30 de octubre, donde murieron cuatro personas calcinadas y una quinta casi mutilada. Pablo Jaén y Moisés Rodríguez, compadre y hermano del taxista muerto, a duras penas compartieron su pesar con "Crítica". "Quiero que Dios lo tenga en el Cielo y que sepa que lo queremos mucho", sólo atinó a decir Moisés.
¿QUIÉN ERA MELQUIADES, EL TAXISTA?
Era un hombre que siempre se sintió capaz de mantener a su familia para que su esposa, Sidia Abrego de Rodríguez, se dedicara a cuidar de sus dos hijos, quienes eran el motivo de su existencia. Era el "MacGyver" para los vecinos de Vacamonte, quienes dijeron que el difunto era muy servicial, "sabía de todo" y nunca decía que no. Era el mecánico, electricista, constructor y ebanista de la comunidad.
Ese el retrato que guardan sus deudos y conocidos. Aquella trágica mañana, Melquiades cambió su agenda de trabajo. No le correspondía trabajar a esa hora, pues siempre lo hacía en la tarde, según contó su padre, Abel. ¿La razón? Era quincena. Debía dos meses de pago de la casa. Había tenido el taxi dañado un mes, y quería "rebuscarse" para ponerse al día.
LA FATAL NOTICIA
Elliot Carrillo, vecino del difunto en Calle Cuarta, Ciudad Vacamonte, llevó la peor parte: dar la noticia a la esposa de Melquiades y llevarla al lugar de los hechos. "Escuché la noticia por radio en donde describían las generales del vehículo y la placa. Me llamó la atención y fui corriendo donde su esposa para que me dijera cual era el número de la placa de Abel", dijo Elliot.
"Le dije que lo llamara al celular y no lo contestaba; posteriormente fuimos en un carro a la autopista y allí nos encontramos con que lamentablemente uno de los muertos era Abel". Su esposa se desplomó. No creía lo que estaba viendo. Melquiades siempre le había dicho que llegarían a viejos los dos juntos. Nunca pensó que los dejaría tan pronto.
Ahora, Melquiades Jr. piensa en seguir los consejos de su padre: "cuídense mucho, pórtense bien y no salgan de la casa tarde". "Yo no le deseo la muerte a nadie, pero solo quiero que las autoridades hagan lo que tienen que hacer", dijo el Jr., quien ahora de ahora en adelante es el hombre de esa familia.
En Vacamonte, nadie se repone de la noticia. Su cuñada, Dalia de Carreño, tampoco se repone a la pérdida del marido de su hermana, quien al momento de ser visitada se encontraba haciendo algunos trámites. No estaban preparados para enfrentar la situación sin él.
Es que Melquiades era el eje de la familia que hoy ha de hacer frente a una realidad difícil. Salió a ganarse la vida para el sustento de su hogar, pero no regresó. Ya han sido enterradas todas las víctimas. |