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"Los transportistas van a tener que aprender a golpes", exclamó ayer el viceministro de Gobierno y Justicia, Alejandro Pérez, tras anunciar la aplicación de una política de "mano dura" contra los buseros irresponsables.
Según Pérez, se ha dado instrucciones a los directivos de la Autoridad del Tránsito y a la Policía Nacional, para iniciar una evaluación individual de cada conductor a fin de cuantificar la cantidad de boletas que tienen pendiente y así mismo empezar a cancelar licencias y permisos de conducir.
"Tenemos un verdadero problema con el transporte colectivo. Por un lado están los conductores irresponsables de los buses que son verdaderas máquinas de muerte y por el otro los talleres que autorizan la circulación de estos vehículos", señaló.
Pérez manifestó que el gobierno se verá en la obligación de empezar a cancelar masivamente las licencias a aquellos conductores que mantienen pendiente el pago de más de una boleta. "Hay que quitarle la licencia y punto, que busquen otro trabajo y que se muevan caminando, pero no se puede seguir permitiendo que estos transportistas sigan conduciendo cualquier vehículo", agregó.
El viceministro de Gobierno señaló que a los transportistas que atropellan a una persona con un autobús en malas condiciones, hay que acusarlos de homicidio culposo y aplicarle todo el peso de la ley. Pérez recomendó aumentar las penas a los conductores que ocasionan la muerte a un ciudadano por accidente de tránsito.
"Yo lamento que la Comisión de Transporte de la Asamblea Legislativa no haya prohijado el anteproyecto de ley que pretendía aumentar las penas en los casos de muerte por atropello, porque es necesario hacer correctivos en el sistema", dijo. El funcionario sostuvo que otro elemento que agrava el problema del transporte, son los administradores irresponsables de talleres mecánicos. |
