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Las conversaciones para la formación de gobierno en Pakistán concluyeron ayer sin que lograran alcanzar un acuerdo los partidos más votados en las elecciones paquistaníes, celebradas el pasado octubre.
El líder de la Liga Musulmana de Pakistán-Quaid (LMP-Q, de tendencia progubernamental), Chowdery Shujaat, y el de la alianza de partidos religiosos Muttahida-Majis-i-Amal (MMA), Qazi Husein Ahmed, fueron incapaces de solventar sus diferencias programáticas para así poder formar un Ejecutivo que contara con un respaldo parlamentario holgado, indicaron fuentes de ambos partidos.
Pese a que ambas formaciones son reticentes a las reformas constitucionales introducidas por el presidente paquistaní, general Pervez Musharraf, la LMP-Q podría acabar aceptándolas, siempre que percibiera alguna "flexibilidad" en la manera de ponerlas en práctica, según declaró Shujaat a la prensa.
Sin embargo, Ahmed ha manifestado su rotundo rechazo a dichas reformas y ha subrayado que su partido sólo está dispuesto a acatar la Constitución de 1973 en su forma original, sin enmienda alguna, lo que le ha valido las críticas del líder de la LMP-Q, que ha acusado a la alianza religiosa de no tener interés en buscar una salida a la actual crisis política.
En las elecciones de octubre, la LMP-Q obtuvo la mayor representación parlamentaria, con 103 diputados (de un total de 272), mientras que la MMA consiguió 90, y tras ambas se situó la formación opositora Parlamentarios del Partido Popular de Pakistán (PPPP), de la ex primera ministra Benazir Bhuto, que se hizo con 80 escaños. Por otra parte, Musharraf ha decidido convocar para el próximo día 8 la sesión inaugural de la Asamblea Nacional (parlamento), según se informó oficialmente. |
