Miles de personas se concentraron en las calles de Damasco, cerca de la embajada estadounidense en Siria, para condenar el ataque norteamericano contra una población siria fronteriza con Irak en el que murieron ocho personas.
"Matar inocentes es un crimen por el que hay que rendir cuentas", rezan varias de las pancartas que portan los manifestantes, concentrados en la céntrica plaza damasquina de Yusuf al Uzma.
La condena contra Estados Unidos se mezcla, también, con lemas de apoyo al régimen sirio y a su presidente, Bachar al Asad.