Indiscutiblemente que así es. Los cubanos demostraron que están hechos para bailar y cantar.
Bajo lo dirección del maestro Andrés Gutiérrez, el show no tuvo nada que pedir a los fastuosos espectáculos que ofrecen Las Vegas. Confirmando porque se dice que está entre los 10 mejores espectáculos del mundo.
Cada uno de los tres cuadros estuvo repleto de color alegría y sobre todo la sensualidad de las mujeres cubanas, caraterizadas en el show con cuerpos espectaculares siendo este entre los elemento más llamativos de la noche en donde la danza clásica y moderna se combinaron con la música y los bailes tradicionales de la cultura afrocubana.
Pero sin lugar a dudas que los aplausos fueron pocos para el cuerpo de acróbatas que dejaron mudo al público con acrobacias elevado nivel de dificultad.
Y pese a que según Gutiérrez, el espectáculo cuenta con un bajo presupuesto, los vestuarios y la escenografía lucieron de primera en todo momento.
Panamá ha sido el primer país en Centroamérica en recibir esta joya del espectáculo Latinoamericano que nació hace 65 años en la Habana y que hoy es una marca de prestigio internacional.